Desalojada una fiesta clandestina en Alicante que pretendía juntar 200 personas durante el pasado puente

Hasta 200 personas estaban convocadas para una fiesta de dos días que iba a celebrarse en una finca de El Campello (Alicante), durante el pasado puente del Pilar. La movilización se había activado a través de las redes sociales, las entradas costaban entre 30 y 50 euros y la ubicación del evento permanecía secreta hasta confirmar la asistencia. Sin embargo, la intervención de la Guardia Civil frustró esta iniciativa. Los agentes han identificado y denunciado por infringir la normativa sanitaria a casi un centenar de personas.

Según fuentes del Instituto Armado, los agentes recibieron el pasado domingo el aviso de que se estaba celebrando una fiesta multitudinaria en El Campello, un municipio costero y de gran atractivo turístico de la provincia de Alicante. Los guardias desplazados casi no tuvieron que preguntar la ubicación, ya que la fiesta tenía lugar en unas instalaciones que carecen de permiso para la celebración de eventos y que ya habían sido denunciadas con anterioridad por acontecimientos similares.

Al personarse en el lugar de los hechos, los agentes contactaron con el propietario de la finca, quien se negó a colaborar. El operativo se dispuso entonces en las inmediaciones de la vivienda, en la que los agentes comprobaron que ya había “una treintena de vehículos estacionados en los alrededores” y procedieron a identificarlos. Durante la operación, los guardias civiles tuvieron ocasión de contactar con varios de los asistentes, quienes confirmaron la convocatoria. Llevaban allí desde el día anterior y la fiesta no iba a parar hasta el día siguiente, según sus declaraciones.

La investigación posterior, que trata de identificar al promotor del evento, ha constatado cómo se produjo la convocatoria para esta fiesta “posiblemente ilegal”, según la Guardia Civil. Al parecer, las redes sociales anunciaron el acontecimiento en un lugar secreto, como sucede con las raves —fiestas de música electrónica clandestinas—. Las entradas costaban entre 30 y 50 euros, según las fuentes consultadas.

Al obtener las primeras confirmaciones de lo que estaba pasando, la Guardia Civil procedió al desalojo de la finca. Los agentes identificaron a 89 personas de edades comprendidas entre los 25 y los 45 años. La difusión había sido un éxito, ya que se esperaba la presencia de unas 200 personas, señalan las mismas fuentes, y parte de los asistentes procedían de otras provincias, como Murcia o Almería. Todos los identificados fueron denunciados por “infringir la normativa que regula las medidas sanitarias para la prevención de la covid-19”, indica la Guardia Civil. A esta denuncia, muchos de los presentes sumaron otra por tenencia o consumo de sustancias estupefacientes o, incluso, por portar armas blancas en un espacio público.

El propietario de la finca, además, ha sido denunciado, como en anteriores ocasiones, por la celebración de eventos sin la pertinente autorización

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