El test para todos de Torrejón: ¿estudio epidemiológico o populismo sanitario?
La localidad madrileña, de 130.000 habitantes, pretende hacer pruebas serológicas a todos sus habitantes contra el criterio del Ministerio de Sanidad
Torrejón, un municipio de 130.000 habitantes al este de Madrid, fue uno de los focos iniciales de la epidemia de coronavirus en España. El 1 de marzo, cuando había 73 casos detectados en todo el país, en esta localidad había al menos cinco personas infectadas que no habían viajado a zonas de riesgo y que no tenían vínculo epidemiológico, es decir, se desconocía quién había sido la fuente de contagio. Se evidenció allí que el virus ya circulaba por la comunidad. Torrejón llegó a tener 1.000 positivos. Ahora su alcalde, el popular Ignacio Vázquez, quiere hacer un “estudio epidemiológico” que consiste en hacer la prueba de anticuerpos a todos los vecinos. Según el plan inicial, tendría que empezar este miércoles, pero las críticas han hecho recular al Consistorio, que de momento lo ha aplazado sine die.
El plan de Torrejón incumple los criterios del Ministerio de Sanidad, que no recomienda hacer pruebas masivas a toda la población. Cada cierto tiempo el ministerio recuerda a las empresas que no deberían hacer las pruebas a sus trabajadores asintomáticos. Hasta ahora algunas comunidades habían propuesto hacer sus propios estudios epidemiológicos —al margen del gubernamental—, haciendo pruebas a una muestra representativa de la población, pero ningún municipio de esta envergadura había planteado analizar a toda su población. Los epidemiólogos no le ven ningún sentido a hacerlo. “Los test rápidos no son muy fiables, necesitan un contexto y ya está el estudio de seroprevalencia nacional. Son ganas de derrochar”, dice Jesús Molina Cabrillana, de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). “No sirve para nada. Con una muestra de la población es suficiente”, añade.
Todo son incógnitas en el testeo masivo de Torrejón, del que se sabe muy poco por fuentes oficiales. Las 10 carpas en el recinto ferial de la localidad a donde tenían que acudir los torrejoneros mayores de un año a partir de mañana ya están montadas. Frente a ellas, hileras de vallas marcan por dónde harán los ciudadanos las colas para someterse a la extracción de sangre. En una foto de la agencia Efe se aprecia que dentro también están ya preparados los puestos de atención, con mesas, sillas y carteles: puesto 7, puesto 4. El proyecto se conoció por un póster que empezó a circular por WhatsApp y redes sociales el domingo. “Convocatoria urgente a los torrejoneros para realizarse test coronavirus”, se lee en el encabezado. El cartel da indicaciones sobre dónde acudir y en qué orden, por las iniciales del primer apellido y a partir de primera hora del miércoles 27. Los test requieren extracción de sangre y han sido “adquiridos por el Ayuntamiento”, añade.
El domingo fuentes de Ribera Salud, la empresa propietaria del hospital de la localidad, público de gestión privada, confirmó a EL PAÍS la veracidad del cartel. El lunes, después de que empezaran las críticas, sobre todo de municipios socialistas de Madrid, el Ayuntamiento se negó a atender a la prensa. Este martes ha emitido un escueto comunicado en el que pide a los habitantes de la ciudad que no acudan a la cita del día 27 y dice que “las fechas aparecidas en redes sociales no son oficiales”.
Apenas hay información sobre el proyecto. El Ayuntamiento de Torrejón no ha dicho cuánto le ha costado comprar los test, de qué tipo son, quién se los ha suministrado ni quién va a encargarse de hacer el seguimiento o pruebas posteriores a las personas que den positivo. En el portal de contratación municipal no hay ningún contrato de compra de test ni de servicios sanitarios. La Consejería de Salud madrileña confirmó el lunes a este diario que conocía el plan de Torrejón, pero se desvinculó de su organización: “Es una iniciativa del Ayuntamiento”. Ante la posibilidad de que se puedan estar usando recursos del hospital de la localidad, aseguró que el personal sanitario es “de Ribera Salud y totalmente externo al hospital”.
La Generalitat Valenciana ha abierto un expediente informativo a Ribera Salud, concesionaria de dos de sus áreas de salud, Elx-Crevillent y Torrevieja, para solicitar información acerca del número de trabajadores que han desplazado al hospital de Torrejón de Ardoz para participar en este proyecto del ayuntamiento, informa Cristina Vázquez. Entre otras cosas ha preguntado sus categorías profesionales, cuánto tiempo se han desplazado y cómo han sido sustituidos en sus puestos para “conocer los efectos que haya podido tener en la prestación asistencial a la población que atienden estos departamentos”. Ribera Salud emitió posteriormente un comunicado asegurando que son 100 profesionales y que lo hacen de forma voluntaria y en sus días libres. Este martes varios de estos profesionales estaban visitando las carpas instaladas por el Ayuntamiento para empezar el proyecto.
El hospital de Torrejón, asegura el portavoz de la Consejería de Sanidad, no pone personal ni laboratorio y únicamente “ha ayudado en tareas de coordinación”. La consejería añadió el lunes que cuando acabara el estudio estaba previsto que el Consistorio hiciera llegar los resultados a la dirección general de Salud Pública.
Pero la actitud de las autoridades sanitarias madrileñas acerca de lo que el lunes era un plan conocido y, a juzgar por las respuestas, aprobado por ellas, este martes ha cambiado radicalmente. En una entrevista radiofónica, el consejero, Enrique Ruiz-Escudero, ha puesto requisitos esta mañana al testeo masivo. Ha dicho que saldrá adelante “si cumple una serie de condicionantes a valorar, como la dirección facultativa del estudio, la calidad de los test utilizados o el método de recogida de datos”.
Estos requisitos coinciden con las preguntas que se hace otro de los expertos consultados, el catedrático de Salud Pública Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas): “¿Qué tipo de prueba se hace?, ¿con qué objeto?, ¿se han coordinado con el Servicio Madrileño de Salud? Esta última cuestión es clave”, asegura. “Si es con motivo de investigación científica, cabría ver la motivación, entiendo que no es el caso. Si es con motivos preventivos, debería inscribirse dentro de un programa preventivo articulado que definiera los objetivos que pretende y cómo va a alcanzar esos objetivos. Hacer un cribado por el hecho de hacerlo sin que de sus resultados se deriven acciones sanitarias organizadas (valoración diagnóstica en función del resultado, recomendaciones, seguimiento, etc.) no tiene sentido”, añade el especialista.
El epidemiólogo Joan Ramon Villalbí, también miembro de Sespas, afirma estar “sorprendido” ante la propuesta de Torrejón y se fija en el tipo de test escogido. “Las técnicas rápidas tienen un grado de error relativamente grande”, recuerda. Se le puede estar diciendo a alguien que tiene defensas contra el virus y en realidad no tenerlas. “Sería interesante si se hiciera con técnicas más fiables y se planteara como un estudio y como parte de una estrategia”, añade. Tampoco entiende por qué se hace en esa localidad y no en otra y con afán de universalidad. Y se pregunta por qué tiene que saber un Ayuntamiento si un ciudadano ha pasado la enfermedad o no. “Asumo que pedirán permiso”.
No se sabe quién dirige el supuesto estudio ni qué se pretende hacer con él, más allá de decir a cada torrejonero si ha pasado la enfermedad o no. Con los pocos datos conocidos, el epidemiólogo Jesús Molina Cabrillana asegura: “Creo que es una medida populista sin base científica, no equitativa y por tanto no éticamente aceptable”. Y añade que da igual qué tasa de inmunidad salga: “Eso no cambia en nada la actitud a seguir por parte de la población”.
Los alcaldes socialistas de Madrid han emitido un comunicado conjunto en el que critican que el criterio sea distinto dependiendo de la localidad. Si ha habido un cambio de criterio, y ahora las pruebas se consideran necesarias, también ellos querrían hacerlas. Políticos del PP han exigido a Pedro Sánchez que haga test de seroprevalencia a toda la población.
El estudio de Galicia
La Xunta de Galicia anunció la puesta en marcha de su propio estudio epidemiológico casi a la vez que el del Instituto de Salud Carlos III. El presidente, Pedro Sánchez, llegó a decir a Feijóo que este tipo de análisis competen al Gobierno central, pero el presidente autonómico siguió adelante y anunció que iba a testar la presencia de anticuerpos de covid-19 en 100.000 gallegos. Hizo una primera fase, entre críticas de los sanitarios por la saturación de la atención primaria, y finalmente lo paralizó. Los test son los que le había enviado el Gobierno de una compra centralizada y que llevaba criticando semanas.
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