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“Ha sido muy duro. No podía dejar de buscarla”

Alberto Encinas recuperó a su hija Olivia la semana pasada, ocho años después de que su madre la secuestrara en Polonia cuando tenía tres años

Lucía Bohórquez
Alberto Encinas, con Olivia en brazos, antes de que se la llevara su madre.
Alberto Encinas, con Olivia en brazos, antes de que se la llevara su madre.el país

“Cuando Olivia entró en la sala nos quedamos mudos”. Alberto Encinas, el padre mallorquín que la semana pasada recuperó a su hija Olivia después de que su madre se la llevara a Polonia hace ocho años, ha agradecido este lunes a los investigadores de la Guardia Civil el trabajo realizado en los últimos años. La semana pasada, la madre fue detenida en la ciudad polaca de Katowice y la menor regresó con su padre. Ambos, junto al resto de la familia paterna, han pasado su primer fin de semana juntos en la localidad mallorquina de Pollença.

Encinas apenas sabía nada de su hija desde 2011, cuando Katarzyna Hlond se la llevó con tres años a pasar unos días a Polonia. El 31 de diciembre de ese año tenía que regresar, puesto que los padres tenían la custodia compartida tras divorciarse, pero nunca lo hizo. Encinas comenzó entonces un periplo judicial para lograr el regreso de la menor y en 2013 obtuvo la custodia de la niña en sentencia firme por un juzgado polaco. Sin embargo, cuando la madre tenía que devolver a la niña desapareció y el juzgado en Polonia dictó una orden de busca y captura contra ella. En este tiempo el padre ha gastado más de 60.000 euros en buscar a su hija.

“Ha sido muy duro, más de lo que uno se puede imaginar”, ha dicho el padre de Olivia visiblemente emocionado este lunes. Alberto Encinas ha acudido a la comandancia de la Guardia Civil de Palma para agradecer el trabajo realizado por los agentes encargados de la investigación, que en los últimos meses han viajado hasta cinco veces a Polonia para tratar de dar con el paradero de la niña en colaboración con las autoridades del país, a las que acusan de “inacción”. La madre renovó su tarjeta de identidad en una comisaría a pesar de que sobre ella pesaba una orden de busca y captura y participó en un programa de televisión.

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Encuentro en un orfanato

La semana pasada, la familia Encinas comenzó a vislumbrar el fin de la pesadilla. “Nos avisan primero, cogemos un vuelo lo antes posible, aunque en todo este tiempo no nos lo terminamos de creer porque nos han engañado muchas veces, nos han hecho muchas jugadas. Fuimos para allá, nos reunimos en el juzgado, pensando que nos iban a poner trabas. La reunión fue corta, nos llevaron a un orfanato y nos dijeron que nos la podíamos llevar”, ha relatado el padre entre lágrimas, acompañado por su hermana Elena y por su madre, Mari, apoyos fundamentales durante estos años.

Los tres acudieron al encuentro “con cautela” y siendo conscientes de que podría darse “una situación difícil”. “En el momento en el que Olivia entró en la sala nos quedamos mudos”, ha señalado Encinas, que afirma que su hija está “feliz y muy positiva”, algo que no podían imaginar “ni en el mejor de los escenarios”. Los tres regresaron de Polonia a finales de la semana pasada y desde entonces han estado velando por la tranquilidad de la menor, que tendrá que ir adaptándose poco a poco a su nueva situación.

Olivia tiene 11 años, no habla español y se comunica con su padre y su tía en alemán. Del tiempo que ha pasado con su madre todavía saben muy poco, lo que la niña va contando de vez en cuando. “Sabemos que ha estado privada, que no se ha relacionado con otros niños y ha contado que ha cambiado de casa mucho. Tenemos la sensación de que ella necesitaba esto”, ha subrayado Encinas, que explica que han consultado ya con psicólogos para saber cómo deben actuar.

Inacción polaca

Apenas ha preguntado por su madre, pero sí ha pedido grabarle un mensaje, que el padre quiere hacerle llegar. “No quiero privar a mi hija de su madre, a pesar de todo lo sucedido. Mi hija tiene que poder relacionarse, en medida de lo posible, con las dos partes”.

Durante el encuentro han estado también presentes el cabo José Antonio Briceño y el teniente Manuel Martínez, que se hicieron cargo del caso en 2017. Los dos agentes han viajado a Polonia en cinco ocasiones para recabar datos, ante la “inacción” por parte de la policía y la Fiscalía polacas. No han dado detalles sobre las circunstancias en las que la madre fue detenida, pero han agradecido los esfuerzos a un jefe de policía de Katowice, que fue quien finalmente logró culminar la operación para encontrar a la menor. “Esperamos que esto sea una nueva línea de actuación, que hayamos abierto una brecha porque aún quedan muchos niños en Polonia”, ha señalado Martínez.

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Sobre la firma

Lucía Bohórquez
Colaboradora de EL PAÍS en las Islas Baleares. Periodista de la Cadena SER en Mallorca desde el año 2008, donde se ha especializado en temas de tribunales. Estudió Periodismo en la Universidad del País Vasco.

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