Luchadora incansable
Con su muerte, el periodismo y el movimiento feminista pierden un poderoso referente
Si hay una palabra que define la personalidad y capacidad de liderazgo de la periodista Montserrat Minobis es la tenacidad. Fue una luchadora incansable, entregada y contagiosa de cuantas causas abrazó, ya fuera la defensa de la lengua y la cultura catalanas, la lucha por los derechos de la mujer o la dignificación del periodismo. La muerte la sorprendió durante una intervención cardíaca sin que su espíritu luchador y resistente pudiera reaccionar. Con su muerte, el periodismo y el movimiento feminista pierden un poderoso referente. No solo por su capacidad de iniciativa, que demostró con la creación de la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña o la Red Europea de Mujeres Periodistas, de las que fue presidenta, sino por la firmeza de sus convicciones morales y cívicas, reconocidas con el Premio Ciudad de Barcelona o la Creu de Sant Jordi. Ambos, compromiso y liderazgo, reunía Minobis, cuya voz cálida muchos recuerdan como una de las pioneras de la radio en catalán. Fue una voz emblemática de Radio 4, la emisora en catalán de RNE.
Militó en Unió Democràtica hasta 1977 pero luego evolucionó hacia posiciones de izquierda. En 1980 fue una de las impulsoras del grupo Nacionalistes de Esquerra y estuvo vinculada a Iniciativa per Cataluña. Pero su principal militancia fue en el feminismo. Su proverbial capacidad de aglutinar voluntades dio frutos perdurables. Las entidades que fundó no solo siguen vivas, son referentes internacionales. Convulsionó la profesión periodística con una primera candidatura de mujeres a la Junta del Colegio de Periodistas que, con el 42% de los votos, no ganó las elecciones pero dejó claro que ya no podía hacerse nada en la profesión sin contar con ellas. En la siguiente convocatoria, la de 2001, la candidatura de Minobis, de composición mixta, obtuvo el 75,02% de los votos. Fue la primera decana del Colegio de Periodistas. En su mandato abrió otro de los frentes que más le preocupaban: el de la precariedad laboral. El Libro Blanco de la Profesión que se elaboró entonces reveló hasta qué punto se estaban degradando las condiciones laborales y profesionales. Dejó el decanato para ocupar la dirección de Cataluña Radio, un puesto que le deparó momentos de amargura. Las luchas partidarias en torno a los medios públicos eran y siguen siendo, feroces. Tras esta experiencia, se retiró de la profesión, pero siempre estuvo activa. Creó La Independent, una agencia de noticias con visión de género. Su última aportación fue la coordinación del manifiesto de las periodistas leído el 8-M.
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