El Dalái Lama, hospitalizado en Nueva Delhi por una infección respiratoria
El líder espiritual tibetano, de 83 años, fue trasladado el martes desde su residencia en la ciudad de Dharamsala, en el norte de la India, hasta un hospital de la capital
El Dalái Lama, de 83 años, ha sido ingresado este martes en un hospital de Nueva Delhi con una infección respiratoria. El líder espiritual tibetano "comenzó a sentir algunas molestias" y tras un chequeo médico le han diagnosticado una infección pulmonar. "Su condición es estable ahora y recibirá probablemente el alta en unos días", según ha informado su portavoz, Tenzin Taklha.
Este martes, Tenzin Gystaso, decimocuarto dalái lama, máxima figura religiosa del budismo tibetano, fue trasladado en avión al hospital Max en el barrio de Saket, al sur de la capital india, desde Dharamshala. Situada en las faldas del Himalaya indio, esta ciudad al norte del país es la residencia del Dalái Lama. Se trata de uno los mayores asentamientos de los cerca de 100.000 refugiados tibetanos que viven en el país asiático y sede de su Gobierno en el exilio desde hace exactamente 60 años, cuando el pueblo de Tíbet se levantó contra las tropas chinas que ocuparon el altiplano en 1950.
Aunque sigue siendo un orador extraordinariamente popular, el Dalái lama ha reducido bastante sus compromisos internacionales, y no se ha reunido con ningún líder internacional desde 2016, según informa AFP. Pero al mismo tiempo, diversos Gobiernos admiten reticencias en invitarlo, por temor a generar tensiones con China.
Denuncias de la represión china
Desde que las tropas del Partido Comunista de China ocupasen Tíbet, Pekín ha controlado la región con mano de hierro. El informe anual de Human Rights Watch (HRW) señala que la administración china usa “una campaña anti-criminal a nivel nacional que fomenta que miembros de la comunidad denuncien la más mínima sospecha de reverencia y apoyo” al Dalái Lama, mientras que el Consejo de los Derechos Humanos de Naciones Unidas (OHCHR) denunció en junio de 2018 que las condiciones se estaban “deteriorando con rapidez” en la región. Según la Campaña Internacional por el Tíbet (CIT), 155 tibetanos se han inmolado desde 2009 como respuesta a los abusos de las autoridades, que incluyen arrestos arbitrarios y torturas.
Este año, China prohibió la entrada de visitantes extranjeros en la región de Tíbet ante las esperadas protestas de la población local en conmemoración del 60 aniversario del levantamiento y el exilio de su líder. La decisión se produjo poco después de que el gigante asiático prometiese el aumento del número de turistas en Tíbet y la reducción de la burocracia necesaria para la concesión de visados. El comunicado respondía a la presión de EEUU, que aprobó la Ley de Acceso Recíproco a Tíbet en diciembre de 2018 para restringir el acceso de ciudadanos chinos a suelo estadounidense con el objetivo de que China facilitara la entrada de periodistas.
El refugio tibetano de Dharamshala
Hacia finales de marzo del 1959, el Dalái Lama –nacido Lhamo Dondhup el 6 de julio de 1935 en Taktser, en el Tíbet oriental– cruzaba a salvo la frontera con India y se asentaba en Dharamshala, donde creó la Administración Central de Tíbet (CTA), también conocida como el Gobierno tibetano en el exilio, lugar donde refugiados y simpatizantes de la causa recuerdan una revuelta que fue oprimida con decenas de miles de tibetanos asesinados a manos de las tropas chinas. “Dejad que reunamos al Dalái Lama con los tibetanos dentro de Tibet, quienes han pasado los últimos 60 años con la esperanza y el sueño de ver al Dalai Lama en toda su vida”, concluyó Lobsang Sangay, 'sikyong' (regente) del CTA, en su discurso oficial el pasado 10 de marzo ante delegaciones de países europeos reunidas en Dharamshala para conmemorar el levantamiento.
En 2011, el Dalai Lama renunció a su papel como representante político del pueblo tibetano y Lobsang Sangay fue elegido democráticamente el máximo dirigente del gobierno de Tíbet en el exilio. Antes, a finales de 1970, Tenzin Gystaso, entonces aun líder político y espiritual del Tíbet, varió la postura oficial y pasó de reclamar la independencia a pedir la “autonomía genuina” de la región como parte de China. La decisión coincidió con el enfriamiento del yugo chino, permitiendo el exilio de centenares de tibetanos fuera de la región administrada por China. Una década más tarde, el Dalái Lama fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su defensa de la libertad de su pueblo "oponiéndose sistemáticamente a la violencia".
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