La misión Rosetta preselecciona cinco sitios para aterrizar en el cometa
Los científicos e ingenieros tienen ahora que elegir el mejor lugar teniendo en cuenta los potenciales descubrimientos y los riesgos que puede correr la sonda 'Philae'
Cinco lugares interesantes y, en principio, factibles técnicamente han sido seleccionados en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko como candidatos idóneos para el descenso a la superficie del módulo Philae que lleva la nave espacial Rosetta, listo para realizar, el próximo noviembre, el primer aterrizaje en el suelo de un objeto celeste de este tipo. Tres de los lugares elegidos están en el lóbulo pequeño del cometa y dos en el grande, ambos configurando un cuerpo único de unos cuatro kilómetros de largo que, según los científicos, tiene forma de pato de goma. Los expertos han trabajado en esta criba de lugares candidatos con los datos detallados que están recibiendo sobre todo desde que, el pasado seis de agosto, la Rosetta llegó al cometa, acompasando su velocidad al mismo y situándose a unos cien kilómetros de distancia. “El cometa es muy diferente de cualquier cosa que hayamos visto antes y muestra rasgos espectaculares aún pendientes de ser comprendidos “, ha comentado Jean Pierre Bibring, uno de los investigadores de la misión, en un comunicado de la Agencia Europea del Espacio (ESA). “Los cinco sitios elegidos nos ofrecen las mejores oportunidades de aterrizaje y de estudio de la composición, estructura interna y actividad del cometa con los diez experimentos de la zona de descenso”.
Los cinco lugares candidatos (una selección sobre los 10 considerados anteriormente) compaginan las exigencias de los investigadores, que quieren enviar el Philae al sitio más prometedor para obtener importantes resultados científicos, con los requisitos de los ingenieros y responsables de control de la misión que buscan zonas de menor riesgo en las fases de descenso, anclaje al suelo y operación de la sonda.
Un grupo de expertos reunidos en Toulouse (en la agencia espacial francesa CNES) ha sido el encargado de realizar la preselección de los cinco lugares, que son:
A) Está situado en el lóbulo grande del cometa, pero tiene una buena visibilidad del pequeño. Hacen falta imágenes de mayor resolución que las proporcionadas hasta ahora por la Rosetta para estudiar potenciales obstáculos en el suelo como pequeñas depresiones o pendientes. También hay que evaluar a fondo las condiciones de iluminación del lugar.
B) Está dentro de una estructura que parece un cráter en el lóbulo pequeño del cometa y es un terreno plano aparentemente idóneo para el aterrizaje, pero las condiciones de iluminación allí pueden suponer un problema de cara a una operación prolongada del módulo. Hay que estudiar con detalle las rocas en el sitio. Además, esas rocas pueden ser material procesado hace relativamente poco en el cometa y, por tanto, no sería un sitio tan prístino como otros.
C) En el lóbulo grande y con una variedad de superficies, incluidas algunas de material brillante, depresiones, elevaciones y zonas planas, este sitio es prometedor, aunque también hacen falta imágenes de mayor resolución para evaluar el riesgo. Está bien iluminado.
I) Es una zona plana en el lóbulo pequeño que puede contener material interesante pero también hacen falta más detalles para estudiar los riesgos para la sonda dado lo accidentado del terreno. Las condiciones de iluminación son buenas.
J) Es un sitio parecido al I, también en el lóbulo pequeño, que ofrece rasgos interesantes en la superficie y buena iluminación. Dado que hay rocas y es un terreno recortado en terrazas, hay que estudiarlo a fondo.
Las letras con que se identifican los cinco sitios no corresponden a ningún orden de preferencia, sino que proceden de la lista previa de diez lugares. Los especialistas han tenido en cuenta cuestiones clave como la posición adecuada para mantener la comunicación entre el Philae y la Rosetta, la cantidad de rocas, fisuras en el terreno y pendientes acusadas en cada uno de los sitios o la iluminación para cargas las baterías de los equipos y realizar las operaciones científicas. Además de las imágenes de alta resolución de la superficie del cometa, los expertos han contado con información de la temperatura allí y la presión y densidad del gas alrededor del núcleo, así como datos de la rotación del objeto celeste su orientación respecto al Sol, la masa y la gravedad.
El siguiente paso a dar, mientras la nave se sitúa a unos 50 kilómetros de distancia de la superficie del cometa y toma imágenes con más detalle, es estudiar a fondo los lugares preseleccionados y las operaciones orbitales de descenso del Philae en cada uno. Luego se elegirá un lugar de aterrizaje y otro de reserva.
El cometa y Rosetta están ahora a unos 522 millones de kilómetros del Sol y viajando en dirección a la estrella: dentro de un año (el 13 de agosto de 2015), ambos estarán a 185 millones de kilómetros, en el punto de máxima aproximación solar de la órbita de 67P/Churyumov-Gerasimenko.
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