Dubái, elegida como sede de la Exposición Universal 2020
El programa de la ciudad emiratí gira en torno a la sostenibilidad y a proyectos innovadores de energía solar y agua potable
Un estallido de alegría ha recorrido Dubái de punta a punta nada más conocerse el resultado de la votación que ha dado a esa ciudad la sede de la Exposición Universal del año 2020. Gritos de alegría, cohetes y fuegos artificiales celebraron el anuncio. Empresarios y ejecutivos se mostraban convencidos de que la elección va a dar un gran impulso económico a esta ciudad Estado que aspira a convertirse en un centro mundial de logística, transportes y comunicaciones. Sin embargo, en la calle, muchos residentes extranjeros expresaban su temor de que la Expo provoque una subida de precios y una burbuja inmobiliaria.
Durante meses, esta ciudad Estado se ha esforzado por demostrar a los miembros del Buro Internacional de Exposiciones (BIE), y al mundo, de que ofrece no sólo el proyecto más atractivo sino el entorno geográfico y humano perfecto para el evento: un cruce de caminos en el que conviven 200 nacionalidades. Calles, vallas y escaparates exhibían el logo de la exposición.
Bajo el tema Conectar mentes, crear el futuro, el programa de Dubái 2020 gira en torno a la sostenibilidad y la promesa de financiar proyectos innovadores de energía solar y agua potable que permitan extender esos servicios básicos a las comunidades que los necesitan. Resulta chocante que la ciudad del despilfarro y la exageración, donde se ha levantado el edificio más alto del mundo y cada semana bate algún récord del Guiness, se centre en las renovables y el reciclaje. Pero en los últimos años años, esos asuntos ocupan los titulares y se están haciendo esfuerzos para avanzar en esa dirección.
Dubái competía en esta fase final con la brasileña Sao Paulo, la turca Esmirna y la rusa Ekaterimburgo. Su triunfo trae por primera vez a esta parte del mundo una exposición universal.
“Cualquiera que sea el resultado, Dubái se ha mostrado como una ciudad internacional a la altura de otros países competidores que pueden tener tradiciones y cultura más antiguas que las nuestras; pero hemos hecho todo lo que hemos podido”, ha declarado el ministro emiratí de Exteriores, el jeque Abdullah, horas antes de la votación.
Según el proyecto presentado por Dubái, la exposición va a estar prácticamente vedada a los coches gracias a un ambicioso plan que incluye nuevas líneas de autobuses, conexiones de metro y un teleférico para transportar a los visitantes dentro del recinto. El emirato no disponía de transporte público digno de ese nombre hasta el año 2005 cuando se lanzaron los primeros buses urbanos. En 2009 se inauguró el metro. Cuando acabe la feria, el compromiso es convertir el lugar en un campus universitario y de centros de investigación.
Las expectativas eran altas. Nueve miembros del Gobierno, encabezados por Abdullah, se habían trasladado a París para acompañar al responsable del proyecto Dubai Expo 2020, el jeque Ahmed Bin Said al Maktum. De proclamarse ganadora, Dubái espera atraer a 25 millones de visitantes (en la actualidad recibe 10 millones anuales) y convertirse en un nudo de comunicaciones mundial. En medios de negocios se ha hablado de inversiones billonarias y de la creación de 270.000 puestos de trabajo de aquí a 2020. Todo ello en una ciudad en la que viven la mitad de lo 8,5 millones de habitantes del país, un 88% de los cuales son extranjeros.
Esa aparente anomalía es presentada por las autoridades de Dubái como un punto fuerte: Hasta 200 nacionalidades distintas conviven aquí, aunque pocas veces interactúen o se relacionen fuera del ámbito laboral. Aún así, la posibilidad de encontrar trabajo atrae tanto a los obreros sin cualificar del superpoblado subcontinente asiático como a los europeos que huyen de la crisis. Los sueldos no son lo que eran, pero se cobran libres de impuestos. Aunque la mayoría de los residentes extranjeros ha manifestado su apoyo a la candidatura, muchos también expresan su temor a que el evento encarezca el coste de la vida, en especial la vivienda.
“Una de las mejores cosas sobre Dubái es su capacidad para crecer y expandirse. Este emirato es mucho más que una ciudad, o un centro financiero; es un lugar donde desarrollo, cambio y progreso son parte del día a día. Es ese espíritu el que convertirá la Expo2020 en Dubái en un gran éxito y espero de verdad que tengamos la oportunidad de albergar este evento tan significativo”, había manifestado poco antes Amanda Line, socia de PwC Academy y miembro de The Capital Club, uno de los lugares donde anoche se celebraba la decisión del BIE con una fiesta.
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