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Las mediciones detectan altos niveles de radiación aérea en Fukushima

Un helicóptero de control remoto ha efectuado pruebas en un radio de tres kilómetros de la planta Los pescadores vuelven a faenar tras el parón de agosto por los vertidos radiactivos al agua

Desmantelamiento del reactor 4 de la central nuclear de Fukushima en Japón.
Desmantelamiento del reactor 4 de la central nuclear de Fukushima en Japón. EFE

La Agencia Japonesa de la Energía Atómica (JAEA) ha completado el primer estudio detallado de contaminación en el aire junto a la central nuclear de Fukushima y ha confirmado altos niveles de radiación, informó este martes el diario Asahi. El organismo público, encargado de la promoción y la investigación con energía nuclear, logró realizar una medición del área más cercana a la central, en un radio de tres kilómetros en torno a la planta, mediante el uso de un helicóptero con control remoto. Hasta ahora no se había podido analizar la radiación aérea en este sector debido a que era contigua a los reactores dañados por el tsunami del 11 de marzo 2011.

En cambio, los pescadores de la prefectura de Fukushima, epicentro de la crisis nuclear, volverán a faenar a partir de mañana después de suspender su actividad hace un mes por las fugas radiactivas. de la planta. La decisión anunciada hoy llegó después de que 95 de cada 100 pescados y mariscos provenientes de la costa de Fukushima resultaran libres de radiación tras realizarse las pruebas de salubridad, mientras que los cinco restantes registraron dosis menores al límite de 100 becquereles permitido por el Gobierno.

 En el aire, gracias al helicóptero no tripulado que realizó las mediciones a finales del pasado año, la JAEA ha detectado más de 19 microsieverts por hora a un metro sobre el suelo en las áreas inmediatamente al sur y al oeste de la planta, según los datos recién publicados. Aunque las lecturas fueron  menores (entre 9,5 y 19 microsieverts por hora) hacia el noroeste, la institución destacó que ahí los niveles también se mantienen relativamente altos.

La JAEA también publicó la radiación medida en diciembre de 2012 en 10.000 puntos distintos dentro de un área de 80 kilómetros alrededor de la central, situada a unos 220 kilómetros al noreste de Tokio. El resultado muestra que el volumen en esa zona ha descendido un 36% con respecto a los datos que obtuvo por primera vez en la institución en junio de 2011, tres meses después del accidente nuclear.

El organismo ha explicado que este descenso se debe principalmente a la aguda disminución de los niveles de cesio-134, isótopo que tiene una vida media de dos años y que además ha sido "barrido" por las sucesivas lluvias. Sin embargo, en el 60% de este área se detectaron niveles de 1 millisievert al año (la cantidad máxima que recomienda la Comisión Internacional de Protección Radiológica) o incluso más. En cualquier caso, el volumen en casas y edificios y en vías que atraviesan zona boscosas (donde los materiales radiactivos tienden a acumularse) han descendido en relación a junio de 2011 un 35% y un 44%, respectivamente, gracias a las tareas de descontaminación.

El desastre en la central de Fukushima mantiene desplazadas a unas 52.000 personas que vivían en torno a la central y ha afectado a la pesca, la agricultura y la ganadería local. La actividad de las cofradías de Fukushima se suspendió de nuevo a mediados de agosto después de que el Gobierno informara del vertido diario de cerca de 300 toneladas de agua radiactiva al mar, así como de filtraciones de líquido contaminado desde los tanques de contención.

Tras reanudar sus operaciones, los pescadores estiman que a partir del próximo jueves podrán colocar nuevamente en el mercado sus productos, algunos de los cuales se venden también fuera de la prefectura. A pesar de que la asociación ve el reinicio de la actividad pesquera en la prefectura, que acoge la peor crisis nuclear desde la de Chernóbil, en 1986, como una buena noticia para ganar la confianza de los consumidores, aún se desconoce cuál será la respuesta de los ciudadanos nipones a este producto.

Tras conocerse los vertidos al mar, países como Corea del Sur prohibieron a primeros de septiembre la importación de productos marinos de Fukushima y otras ocho prefecturas con independencia de su estado. Después del inicio de la crisis nuclear se procedió a realizar capturas a modo de prueba para poder comprobar el grado de contaminación del pescado y marisco de la zona.  "A través de las pruebas hemos podido saber que los índices de radiación de las capturas no son un problema y que son seguras", detalló la Asociación de cooperativas de pescadores de la prefectura de Fukushima, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.

 

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