El secuestrador de Cleveland busca un acuerdo para evitar la pena de muerte
El pacto evitaría a las víctimas de Ariel Castro declarar durante el juicio
Ariel Castro, el hombre que mantuvo durante una década a tres jóvenes cautivas en su vivienda de Cleveland, Ohio, es mentalmente competente para entender los cargos de los que se le acusa y ser sometido a un proceso judicial. Así lo ha dictaminado este miércoles un magistrado de la localidad que la semana pasada solicitó que se estudiara su capacidad para ser juzgado. Los abogados del secuestrador esperan llegar a un acuerdo para evitar el juicio, lo que libraría a sus víctimas de acudir a declarar, a cambio de que se elimine la pena de muerte de la posible condena a su cliente.
Castro, de 52 años, se enfrenta a 329 cargos, que incluyen secuestro, violación, tortura y homicidio por haber mantenido durante diez años encerradas en su casa a Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesus. Durante ese tiempo, el hombre vejó a sus víctimas de manera continuada, abusando sexualmente de ellas -Berry dio a luz a una hija del secuestrado durante su cautiverio-, manteniéndolas atadas con cuerdas, privándolas de comida, sometiéndoles a amenazas constantes, e incluso provocando varios abortos a una de ellas, razón por la que Castro ha sido imputado por dos homicidios con agravante, un delito que lleva aparejada la pena de muerte en Ohio.
Aunque Castro se declaró inocente de todos los delitos de los que se le acusa, este miércoles, tras la vista, sus abogados han reconocido que algunos de los cargos “son indisputables”. Al secuestrador aún podrían imputársele más crímenes, ya que los 329 que ha admitido el tribunal únicamente abarcan los cinco primeros años -2002 a 2007- de los 10 que mantuvo cautivas a Knight, Berry y DeJesus.
El procedimiento entra ahora en una fase crítica en la que los abogados de Castro y la fiscalía deben determinar si llegan a un acuerdo que evite el juicio y libre a las tres jóvenes de tener que acudir a testificar delante de su captor y rememorar los detalles de su despiadado encierro en un proceso público. La defensa del secuestrador ha insinuado esa posibilidad que, para ellos, pasaría por que la acusación retirara los cargos por homicidio involuntario por los abortos provocados por las palizas del hombre a una de sus víctimas, los dos únicos delitos por los que está imputado Castro que acarrean la pena capital.
“Somos muy conscientes del impacto emocional que este juicio tendrá sobre las jóvenes, sus familias y la comunidad. El señor Castro se enfrenta a cientos de años de prisión por los cargos actuales, y nuestra esperanza es llegar a una solución que impida un proceso innecesario sobre homicidios agravados y la pena de muerte”, ha indicado uno de sus abogados, Craig Weintraub. Durante la presentación de los cargos contra Castro, la fiscalía explicó que sería una comisión la encargada de estudiar la posibilidad de contemplar la pena capital entre las condenas.
Está previsto que el juicio se inicie el 4 de agosto, si bien el juez ha advertido de que podría retrasarse.
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