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El oso polar no logra su ‘sello’ de especie en peligro

Canadá se opone a darle mayor protección: la caza del plantígrado es la fuente de sustento de los esquimales en este país

Un oso polar en el documental La isla de Southampton emitido en National Geographic.
Un oso polar en el documental La isla de Southampton emitido en National Geographic.

El oso polar no ha conseguido alcanzar el máximo nivel de protección en la Convención sobre Comercio Internacional de Fauna y Flora (CITES en sus siglas en inglés), que reúne estos días en Bangkok (Tailandia) a representantes de 178 países.

La propuesta, impulsada por EE UU, ha obtenido 38 votos a favor y 42 en contra. Otros 46 países con derecho a voto se han abstenido.

Los osos polares se incluyen actualmente en el apéndice 2 de la CITES. Esta catalogación es el paso previo al peligro de extinción e implica una serie de restricciones sobre su caza y comercio internacional.

Los representantes de EE UU aspiraban a prohibir su comercio internacional, pero no han conseguido los dos tercios de votos necesarios para sacar la propuesta adelante. Rusia apoyaba la medida, pero Canadá estaba en Contra. En la anterior reunión de la convención, en 2010 en Doha (Catar), tampoco salió adelante el aumento de su nivel de protección.

La Unión Europea ha presentado una alternativa, que contemplaba mantener al oso polar en el apéndice 2 de la CITES, pero imponer una serie de restricciones adicionales, como crear cuotas para cada subespecie de oso polar, establecer un censo de la especie o el seguimiento de estos animales con microchips. La propuesta obtuvo un apoyo mayoritario, pero tampoco llegó a los dos tercios de los votos.

Las dos votaciones debe ratificarse en el plenario de la CITES en los dos últimos días del encuentro que termina el próximo 14 de marzo.

Estos animales son especialmente codiciados por sus pieles, especialmente en Rusia, y por otras partes de su cuerpo, como las garras o los colmillos. Asociaciones conservacionistas como Traffic y WWF apoyan la propuesta de Estados Unidos.

Canadá, con el mayor porcentaje de osos polares, no quiere incrementar el nivel de protección para preservar las tradiciones de los esquimales, población que reside al norte del país y que tiene en la caza del oso uno de sus principales sustentos. Este país es el único que permite el comercio de pieles y otras partes de este plantígrado.

La amenaza del cambio climático es el principal enemigo de los osos polares. Su población mundial oscila entre los 20.000 y los 25.000 ejemplares repartidos en zonas marinas heladas de Canadá, Estados Unidos, Rusia, Noruega y Groenlandia.

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