Dos pilotos y un mecánico desaparecen en un accidente de avión en la Antártida
Trasladaba víveres y material para una base científica Los equipos de rescate no han podido llegar al aparato siniestrado por el mal tiempo
Un avión que partió el pasado miércoles de la base científica estadounidense Amundsen-Scott, en el Polo Sur, y con destino a la base italiana Mario Zucchelli, a 1.500 kilómetros de distancia, se perdió a mitad de camino. A bordo iban dos pilotos y un mecánico. No se sabe si están vivos. Del avión se recibió la señal de la baliza automática de emergencia, por lo que está perfectamente localizado el punto del probable siniestro, pero los vuelos de reconocimiento en la zona iniciados nada más recibirse la señal no han podido encontrar el avión debido a las nubes bajas y a las pésimas condiciones meteorológicas (vientos huracanados e intensa nevada), según ha informado la revista Science citando al Centro de Coordinación de Rescate en Nueva Zelanda, responsable de las operaciones en esa región del continente blanco.
Los tres tripulantes son canadienses y ha trascendido el nombre de uno de ellos, Bob Heath, un muy experimentado piloto tanto en el Ártico como en la Antártida, informa The Australian.
En la base estadounidense de McMurdo, la mayor del continente blanco, están preparados dos helicópteros y un pequeño avión para emprender las operaciones de búsqueda y rescate del aparato perdido este sábado, cuando las condiciones meteorológicas mejorarán, según las predicciones. Esa base está a unas cuatro horas de vuelo de las montañas Queen Alexandra, de casi 4.000 metros de altura, donde se ha localizado la emisión de la baliza. El plan es establecer una base de apoyo para las operaciones en un glaciar a unos 50 kilómetros del lugar. En las operaciones están participando efectivos de Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos e Italia.
El avión siniestrado, un Haviland Twin Otter de la compañía canadiense Kenn Borek Air, se dirigía a la base costera italiana desde la base estadounidense del polo Sur en apoyo logístico del programa científico de la primera. Lleva equipos de supervivencia, incluidas tiendas de campaña y comida, pero no se sabe si los tripulantes están vivos o no. La señal de la baliza (que se activa automáticamente en caso de accidente) dejó de emitir el jueves, ha informado Steve Rendle, del centro de rescate neozelandes, probablemente porque la batería se agotó, pero el punto está localizado con precisión a 680 kilómetros al norte de la base Amundsen Scott. Los intentos de conectar por radio con los tripulantes han sido infructuosos.
La señal de la baliza de emergencia se captó a las 11 (hora peninsular) del miércoles pasado e inmediatamente partió hacia el lugar un avión estadounidense pero no logró establecer contacto con el aparato perdido ni verlo debido a las nubes bajas en la zona, según ha detallado la Agencia Nacional para Nuevas Tecnologías y Desarrollo Económico Sostenible italiana, encargada de la gestión del programa polar de ese país, informa Science. Otro avión sobrevoló la zona durante horas para continuar la búsqueda pero fue en vano. “Lo único que sabemos hasta ahora es que se activó la baliza de emergencia y que el avión no ha regresado”, señaló un portavoz de la agencia italiana, recalcando que no se sabía si los tripulantes habrían sobrevivido o no.
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