La UE planea una regulación común para las prácticas

Las prácticas laborales constituyen una gran oportunidad para insertar a los jóvenes en el mercado de trabajo, aunque también un riesgo de explotación. Con este diagnóstico, la Comisión Europea se propone crear un marco común que regule ese tipo de aprendizaje en todos los países miembros. El número de europeos afectados lo justifica: entre cuatro y cinco millones de jóvenes realizan algún tipo de prácticas cada año en alguno de los 27 países comunitarios.

Bruselas presentó ayer un ambicioso conjunto de medidas para atajar el desempleo juvenil, que afecta a casi uno de cada cuatro menores de 25 años en disposición de trabajar (y a más de la mitad de los jóvenes en España). "Como el mercado de trabajo está tan deprimido, necesitamos nuevos instrumentos para abordar este problema", defendió el comisario de Empleo, László Andor, en la presentación de esta iniciativa. Una de las novedades consiste en crear un marco europeo de prácticas que obligue a firmar un contrato entre la empresa y el practicante, estipule los derechos y deberes asociados y fije una duración máxima del aprendizaje, entre otros requisitos.

Difícil acuerdo

En principio, la Comisión prefiere que los agentes sociales traten de llegar a un acuerdo para esa regulación común. Para ello les da seis semanas y, transcurrido ese periodo, el departamento de Empleo decidirá si lanza su propia propuesta. Es improbable que empresarios y trabajadores sean capaces de consensuar un proyecto único, pues la gran patronal europea, Business Europe, es reticente a hacerlo, según los estudios presentados ayer por la Comisión.

Para evitar que quienes realizan prácticas sean "explotados y usados como mano de obra barata", Bruselas propone un límite de seis meses en todos los aprendizajes que no estén ligados a un proyecto concreto que requiera más tiempo. Sobre la remuneración, el Ejecutivo comunitario prefiere no pronunciarse claramente a favor de recibirla, sino que la liga al beneficio que obtengan la empresa y el practicante.

El paquete de empleo contempla también la obligación que se quiere trasladar a los Estados de ofrecer un empleo o prácticas a todos los parados menores de 25 años en los cuatro meses siguientes al inicio de la inactividad. La medida contará con financiación europea aunque requerirá aportaciones de los países.