Nuevo yacimiento de dinosaurios en una mina de carbón de Teruel
La colaboración entre la empresa minera y los paleontólogos ha llevado ya a la descripción de un nuevo ornitópodo de ocho metros
Un tesoro paleontológico ha emergido en solo dos años de una mina de lignito en la provincia de Teruel. Miles de huesos hallados en el extraordinario yacimiento cretácico de la localidad turolense de Ariño han permitido ya describir un inusual dinosaurio ornitópodo (hervíboro y con pies con tres dedos, como las aves) de hasta ocho metros de longitud. El nuevo dinosaurio se conoce gracias a un abundante material craneal y postcraneal perteneciente al menos a seis individuos distintos cuya principal característica radica en la presencia de un predentario (pico) único en su grupo, han informado los paleontólogos de la Fundación Dinópoli, que forma parte del parque cultural del mismo nombre.
Los trabajos paleontológicos llevados a cabo desde el año 2010 en la mina de lignito a cielo abierto Santa María, del grupo SAMCA, han permitido detectar, hasta el momento, 97 concentraciones de vertebrados mesozoicos y recuperar más de 5.000 huesos fósiles excavando en una superficie que supera las 15 hectáreas. El nivel estratigráfico que contiene los fósiles coincide con el actual de extracción de mineral en la explotación de carbón. Por eso, los expertos esperan, debido a la enorme extensión del yacimiento y a las nuevas zonas que la mina hará aflorar en el futuro, que aumenten hallazgos espectaculares como los ahora presentados.
La edad del yacimiento está comprendida entre hace 113 y 100 millones de años. Sus características se publican en la revista Geoheritage por paleontólogos y geólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, SAMCA y el Servicio Geológico de Utah (EEUU). El material más representativo se expone ya en Dinópolis.
La descripción del un nuevo género y especie de dinosaurio ornitópodo indica que es un iguanodóntido. Entre el material recuperado destacan tres cráneos (dos de ellos bastante completos), dientes aislados, huesos de la cintura escapular y pélvica, huesos de las extremidades (principalmente de las patas traseras), vértebras, chevrones y costillas. Los trabajos de preparación del material comenzaron en 2011 y han supuesto la restauración del 16% del material existente. Por lo tanto, quedan miles de horas de trabajo de laboratorio hasta completar la preparación del material restante que, como todos los fósiles encontrados en lignito, tiene su conservación amenazada por el alto contenido en pirita, cuya alteración acelera la disgregación de los fósiles, indican los paleontólogos.
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