Bruselas paraliza la imposición de un 40% de mujeres en los consejos
La división interna en la Comisión frustra la propuesta Reding: “No me rindo”
Es difícil saber si el golpe es mayor para las posibilidades de las mujeres de alcanzar la cúpula empresarial o para el futuro político de la vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding. Ante una votación que estaba a punto de perder, la luxemburguesa anunció este martes que el Ejecutivo europeo retrasa la directiva que pretendía imponer una representación femenina de al menos el 40% en los consejos de administración de las grandes empresas.
“No me rindo. Barroso la pondrá de nuevo en la agenda antes de que termine noviembre”, escribió Reding en su cuenta de Twitter. Pese a que la comisaria se esforzó en restar importancia al retraso, en los últimos días se han hecho evidentes las resistencias que su proyecto despertaba no solo entre muchos de sus colegas, sino también en Estados miembros de tanto peso como Reino Unido o Holanda. “Las mujeres han esperado a algo así más de cien años. Ahora ya no pasa de semanas”, dijo en los pasillos del Parlamento Europeo de Estrasburgo.
La iniciativa llegó renqueante al colegio de comisarios, acostumbrado a aprobar las directivas por unanimidad. Varios compañeros —y sobre todo compañeras— ya habían anunciado su rechazo a una propuesta que pretendía elevar la representación de las mujeres en los máximos órganos de decisión de las grandes empresas, que ahora no llega al 14%.
Reding tuvo que pasar por la humillación de suspender la rueda de prensa que había convocado y de posponer una votación que parecía condenada al fracaso. La decisión supone un importante traspiés para una política que aspira a suceder a José Manuel Barroso en la presidencia de la Comisión. En Bruselas, donde los acuerdos suelen llegar cocinados por los comisarios, se recuerdan pocos precedentes de lo sucedido este martes.
La vicepresidenta y titular de Justicia contó con el apoyo del presidente Barroso y de destacados miembros de la Comisión, como los responsables de Competencia, Joaquín Almunia, Asuntos Económicos, Olli Rehn, Servicios Financieros, Michel Barnier, o Industria, Antonio Tajani. Se opuso el bloque liberal, que argumenta su rechazo por una cuestión ideológica en contra de las cuotas.
Es paradójico que entre los opositores estuvieran las comisarias de Interior, Cecilia Malmström; Telecomunicaciones, Neelie Kroes; Política Exterior, Catherine Ashton; y de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, las dos últimas ausentes de la reunión. De nueve mujeres presentes en el Ejecutivo europeo, al menos cinco rechazan la directiva.
Independientemente de lo que sucediera este martes, el camino para aupar a las mujeres a los máximos puestos de responsabilidad en las empresas promete ser complicado. Aunque hubiera contado con el visto bueno de Bruselas, la directiva tiene que ser aprobada por el Consejo; y países como Reino Unido, Holanda, Bulgaria, Letonia, Lituania, República Checa, Hungría y Malta ya enviaron una carta conjunta a Reding en la que anunciaban su oposición a un sistema de cuotas que pretendía estar en vigor en 2020.
El servicio jurídico de la Comisión determinó que una norma de la UE solo puede fijar los medios para alcanzar objetivos, no imponer cuotas a los Estados miembros. Pero Reding no da su brazo a torcer. “Cuando terminen de concretarse los detalles jurídicos volveremos a discutirla, ya solo desde el punto de vista político”, señaló la comisaria de Justicia. La luxemburguesa destacó que faltaron a la reunión defensores de la iniciativa como el español Joaquín Almunia o la griega Maria Damanaki. El asunto volverá a debatirse el próximo 14 de noviembre.
Directiva fallida
- Autorregulación. En 2011, la comisaria Reding animó a las empresas europeas a firmar un acuerdo voluntario para elevar la presencia de mujeres en los consejos de administración al 30% en 2015 y al 40% en 2020. Fracasó.
- Directiva. Reding advirtió de que si la autorregulación no funcionaba, se atajaría el desequilibrio a golpe de ley. Así, ya en 2012 se empezó a gestar la propuesta de directiva que, a pesar de haber ido diluyendo sus exigencias por las reticencias de algunos países y de las empresas, este martes fue aparcada. En ella se contemplaba imponer una cuota del 40% de mujeres en los puestos no ejecutivos de los consejos de administración de las grandes empresas.
- Plazos. La directiva habría afectado solo a las grandes empresas, que habrían tenido hasta 2020 para adaptarse.
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