Cruz Roja obtiene el Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional
El jurado distingue a la organización por salvar vidas, promover la inclusión social y la paz
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, una de las redes humanitarias más grandes del mundo presente en 187 países y en la que colaboran más de cien millones de voluntarios, ha obtenido hoy en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. El jurado ha valorado la actuación de la organización, creada en 1863, en conflictos armados como Siria, Libia y Somalia y en desastres naturales como los que asolaron Haití, Indonesia y Japón. "La Cruz Roja y la Media Luna Roja y sus voluntarios salvan vidas, protegen los medios de sustento, apoyan la recuperación después de desastres y crisis, posibilitan una vida sana y segura y promueven la inclusión social y una cultura de no violencia y de paz", dice el acta del jurado.
El germen de la Cruz Roja surgió cuando el hombre de negocios y filántropo suizo Jean Henri Dunant, tras la batalla de Solferino (Italia) de 1859, organizó a la población para socorrer a más de 40.000 personas que yacían muertas o heridas sin atención alguna, según señala la Fundación Príncipe de Asturias en su página web. Cuatro años más tarde, nacía el Comité Internacional para el Socorro de los Heridos que posteriormente daría lugar al Comité Internacional de la Cruz Roja. Al año siguiente, 12 Gobiernos adoptaron el primer Convenio de Ginebra que garantizaba la ayuda a los heridos en el campo de batalla y definía los servicios médicos como neutrales. La labor de Dunant fue reconocida en 1901 con el primer Premio Nobel de la Paz, junto con el político y economista francés Frédéric Passy.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja evolucionó después hacia las tres líneas de trabajo actuales: acción humanitaria destinada a las víctimas de conflictos bélicos; acción humanitaria para las víctimas de desastres naturales y de otro tipo en tiempos de paz; y acción preventiva en favor del bienestar social y de la calidad de vida, explica la Fundación Príncipe de Asturias.
La organización está compuesta por el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y 187 sociedades nacionales. Cada uno de ellos tiene identidad jurídica, estructura y cometido independientes aunque les mueven siete principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad.
Al Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2012 optaban 33 candidaturas procedentes de 27 países y entre los candidatos figuraban la expresidenta chilena Michelle Bachelet, la ONG Transparencia Internacional, la oceanógrafa Sylvia A. Eearle, el Instituto de Potsdam para la Investigación de las Consecuencias del Cambio Climático y, de forma conjunta, el Instituto Universitario Europeo y el Colegio de Europa, así como el bangladesí Hazle Abed, fundador de BRAC, una de las ONG más grandes del mundo, que da empleo a 93.500 personas.
En el palmarés del premio figuran mandatarios como Belisario Betancur, Raúl Alfonsín, Oscar Arias, Helmut Kohl, Javier Pérez de Cuéllar, Frederik de Klerk, Nelson Mandela, Simone Veil, Mario Soares, Jacques Delors, Mijaíl Gorbachov, Fernando Henrique Cardoso, Al Gore, Luiz Inácio Lula da Silva , Isaac Rabin y Yaser Arafat, y el filántropo neoyorquino Bill Drayton, que lo obtuvo en 2011.
El galardón, dotado con 50.000 euros y la reproducción de una estatuilla de Joan Miró, es el sexto que se falla este año tras los concedidos a Martha Nussbaum (Ciencias Sociales), Rafael Moneo (Artes), Shigeru Miyamoto (Comunicación y Humanidades), Greg Winter y Richard Lerner (Investigación Científica y Técnica) y Philip Roth (Letras).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.