El PSOE prevé un deterioro de los indicadores de salud por los recortes

El ligero descenso de la esperanza de vida detectado por el Instituto Nacional de Estadística o el aumento de las listas de espera en Cataluña en un 23% son solo la punta del iceberg. Si se sigue con la política de recortes, los indicadores de salud de los españoles lo acusarán, ha dicho hoy José Martínez Olmos, exsecretario general de Sanidad durante los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y actual portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Congreso. “Les anticipo que se van a ver afectados”, ha afirmado Olmos, que ha ido más allá y ha asegurado que, después de la intervención de Ana Mato en el Congreso, prevé un recorte de servicios en la ley de prestaciones comunes.

El PSOE va a hacer de la política sanitaria un caballo de batalla de su oposición al actual Gobierno, y la comparecencia de Olmos junto a Trinidad Jiménez, exministra de Sanidad y actual responsable de Políticas Sociales en la ejecutiva del partido, ha sido simbólicamente el pistoletazo de salida.

Jiménez ha insistido en que su partido está muy preocupado por el sistema sanitario pero también está convencido de que es sostenible. Claro que para ello hay que tomar medidas. Una de ellas, ya enunciada durante la campaña electoral, es implantar “impuestos finalistas destinados a sanidad” al tabaco y el alcohol. Con ello, Olmos calcula que se pueden recaudar 1.000 millones.

El portavoz parlamentario también ha recogido otra de las propuestas que hizo Alfredo Pérez Rubalcaba (algo lógico ya que Olmos lleva décadas pergeñando las políticas sanitarias del PSOE): una mejora de la gestión para cobrar prestaciones que deberían ser abonadas por seguros privados, como los laborales, los del hogar y los de tráfico (aunque ha admitido que en este último caso mucho se recupera). Con ello estima unos ingresos extra de 700 millones.

Por último, una mejor gestión, las compras centralizadas y una financiación selectiva de nuevos medicamentos y tecnología podrían aportar otros 2.500 millones, ha apuntado Olmos.

Con estos 4.000 millones se podría compensar la diferencia entre lo que las comunidades presupuestan y lo que de verdad gastan en salud, han dicho los responsables del PSOE. Claro que esto solo impediría que la deuda crezca, pero no que la reduzca. Para eso, harán falta medidas especiales.

Jiménez recuerda que el PSOE se vio obligado a poner el contador a cero, y que para eso convocó la conferencia de presidentes, que acordó aportar 7.000 millones en 2005. “Lo que pasa es que luego las comunidades no lo dedicaron todo a sanidad”, ha manifestado.

Para la deuda, Olmos espera a ver qué sucede con el plan para pagar a proveedores que ha anunciado el ministro de Economía, Luis de Guindos. Este “ha generado muchas expectativas que espero que no se vean frustradas”, ha dicho Olmos.

Entre los proveedores que deben ser atendidos con prioridad, ambos han puesto a las oficinas de farmacia. Y, en cualquier caso, han manifestado su rotundo rechazo a que se modifique el actual copago. Jiménez ha recordado que esto ya lo ha hecho CiU -con el apoyo del PP- en Cataluña, pero ha indicado que no cree que una decisión así salga de los consejeros de Salud autonómicos, que se van a reunir con la ministra el 29 de este mes en el Consejo Interterritorial. La exministra ha basado esa confianza en que son expertos en sanidad y que no van a querer tomar medidas que perjudicarían a los enfermos. En cualquier caso, “si del Consejo Interterritorial saliese una medida de estas características, pondríamos en marcha, de la mano de los profesionales, toda nuestra batería”, ha asegurado.