España, a punto de perder la presidencia de medio ambiente de la ONU
Cañete no ha pedido renovar la designación de Aguilar para liderar la cumbre mundial de Nairobi La ONU busca sustitutos aunque el Gobierno dice que aún no ha decidido si opta al cargo
España está a punto de abandonar la presidencia del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (Pnuma), un cargo rotatorio que asumió hace un año la entonces ministra, Rosa Aguilar. Pese a que la designación era para dos años, su sucesor, Miguel Arias Cañete, no ha pedido mantener el cargo. El ministerio afirma que aún no ha decidido oficialmente si optará al puesto, pero la ONU ya busca sustituto en otros países europeos.
Entre otras cosas, España perdería así la presidencia de la reunión mundial de ministros de Medio Ambiente que se celebra en febrero en Nairobi. Aguilar asumió en la capital de Kenia (sede del Pnuma) la presidencia del Consejo de Administración del organismo. Lo hizo en la reunión anual de ministros del ramo. Tras perder las elecciones, Aguilar comunicó por carta su dimisión -la designación es nominal- y en el traspaso de poderes advirtió a Arias Cañete de que si quería mantener el puesto debía pedirlo con urgencia.
Medio Ambiente estudia enviar al secretario de Estado en lugar del ministro
Arias Cañete, que en su toma de posesión admitió que desconocía todo sobre medio ambiente y que el tema le iba a requerir un "enorme esfuerzo", no ha enviado la solicitud. Ahora, un portavoz del Pnuma confirma que el organismo ha pedido a la UE que designe otro presidente para el año que queda. La presidencia rota por continentes y en esta etapa le toca a Europa.
El ministerio afirma que no ha tomado una decisión oficial y que podría enviar a un alto cargo, previsiblemente el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.
La previsible renuncia de Arias Cañete llega en el momento en que crece la intención de elevar de rango el Pnuma a agencia de la ONU. Así figura en el borrador de resolución de la Cumbre de la Tierra de Río que se celebra en junio, coincidiendo con el 20 aniversario de la primera Cumbre de la Tierra. La exsecretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, critica la renuncia del ministro: "Lamento profundamente que tras el mensaje reiterado de que el PP quería poner a España en su sitio, la primera decisión del ministro de Medio Ambiente sea descartarse de un cargo tan relevante en un año decisivo, porque es la Cumbre de la Tierra de Río".
En medio ambiente, y en especial en cambio climático, el anterior equipo había conseguido relevancia en la negociación internacional. Ribera, por ejemplo, era invitada a las reuniones del clima de las Grandes Economías, que se celebran en Washington, una cita informal en el que 20 grandes emisores negociaban sin traducción al margen de la ONU. La directora general, Alicia Montalvo, estaba entre las 40 personas que diseñaron el Fondo Verde del Clima.
Sin embargo, las dos últimas ministras de Medio Ambiente, Elena Espinosa y Rosa Aguilar, eludieron buena parte de las citas internacionales de medio ambiente. Espinosa solo acudió al final de la Cumbre del Clima de Copenhague -pese a que España estaba en la troika europea- y Aguilar solo fue a Cancún y a Nairobi, pero no a los consejos de Medio Ambiente de la UE. La fusión de los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente diseñada por Zapatero en 2008 ha llevado a que los ministros se dediquen a lo primero mientras que los secretarios de Estado actúan como ministros de facto de Medio Ambiente. Incluso las dos carteras siguen en edificios diferentes.
Pero como en medio ambiente abundan las citas y las negociaciones internacionales, desde hace años España envía representantes de segundo rango.
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