El juez declara culpable al depredador de suicidios en Internet
La sentencia considera que la intención delictiva de Melchert-Dinkel prima sobre la libertad de expresión en la red
Un juez de Minesota ha declarado culpable a William Melchert-Dinkel, el enfermero al que la fiscalía acusaba de dos cargos de asistencia al suicidio por la muerte de dos jóvenes , en Reino Unido y Canadá, en 2005 y 2008. Esos cargos sólo se habían aplicado, hasta la fecha, en delitos relacionados con la eutanasia. El caso de Melchert-Dinkel, de 48 años, es también atípico porque ésta es la primera vez en que un juzgado norteamericano considera culpable a alguien de un delito de esa índole cometido a través de la Red y con efectos fuera de las fronteras nacionales de EE UU, considerando que la intención delictiva prima sobre la libertad de expresión en Internet.
Entrando en foros de asistencia al suicidio, camuflándose bajo la falsa identidad de una joven enfermera con nombres inventados como Li Dao, Falcon Girl o Cami D; Melchert-Dinkel, que en realidad es un padre de familia con dos hijas, dio consejos específicos sobre cómo ahorcarse e incitó a sus víctimas a hacerlo. Llegó a proponer a sus presas pactos de suicidio que no llegaba a cumplir, sólo para tener la certeza de que la otra persona se suicidaría. A parte de los dos casos por los que se le ha juzgado, la policía sospecha que asistió, como mínimo, a otra decena de víctimas.
Según el veredicto del juez Thomas Neuville: "Melchert-Dinkel aconsejó intencionalmente a Mark Drybrough, de Coventry, Inglaterra, nacido el 13 de abril de 1973, sobre cómo suicidarse. Mark Drybrough, en efecto, se quitó la vida el 27 de julio de 2005... Melchert Dinkel aconsejó sobre cómo suicidarse e incitó a hacerlo a Nadia Kajouji, nacida el seis de agosto de 1989 en Ottawa, Ontario, Canadá. Nadia Kajouji se suicidó el 10 de marzo de 2008".
La defensa de Melchert-Dinkel había tratado de evitar ese veredicto alegando, primero, que el enfermero estaba ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y, en segundo lugar, que los suicidios habían ocurrido en Gran Bretaña y Canadá, por lo que las leyes de Minesota sobre ayuda al suicidio no tenían vigor en aquellos países. "Esas personas ya habían tomado la decisión de morir", dijo el abogado Terry Watkins. El juez consideró, finalmente, que el uso de la Red había posibilitado a Melchert-Dinkel el encontrar sus víctimas y que éstas eran vulnerables a un acoso como el suyo. La pena máxima puede ser de 30 años de cárcel.
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