Los directores censuran el retroceso de la enseñanza en valenciano
La modificación normativa implicaría una reducción de profesores y líneas del idioma
"Las recientes declaraciones de nuestras autoridades educativas parecen indicar que estamos delante de una revisión en profundidad del modelo lingüístico diseñado por la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià que tan buenos frutos ha dado", censura la asociación profesional de directores de Secundaria ante la reforma aprobada ayer por el Consejo Escolar Valenciano del decreto que limita la extensión del aprendizaje del valenciano a una sola materia (con excepción de la de lengua y literatura propiamente dichas) en los Programas de Incorporación Progresiva (PIP). Estos programas son los más extendidos en el 71% de los centros educativos valencianos y en ellos estudian un total de 542.736 alumnos.
Los directores consideran que, "a pesar de las dificultades y deficiencias" en el recorrido de la enseñanza del valenciano durante los últimos años -como, por ejemplo, la ausencia de la catalogación lingüística de puestos docentes en los institutos de Secundaria-, el modelo valenciano ha conseguido caminar hacia la normalización lingüística del uso y el aprendizaje del valenciano y el castellano, las dos lenguas cooficiales en la Comunidad Valenciana.
Sin embargo, la adopción de "decisiones unilaterales", como la adoptada por la Consejería de Educación, que dirige Alejandro Font de Mora, en un "tema crucial" no son aceptables. "Deberían ser fruto del más amplio consenso posible, tanto de la comunidad educativa como de la sociedad valenciana en su conjunto", afirman. Además, los directores advierten de que el recorte de la extensión del valenciano a otras materias diferentes a Coneiximent del Medi, supondrá "un aumento de ratios, la disminución de grupos y, en consecuencia, la pérdida de puestos de trabajo para el profesorado".
En la misma dirección, la coordinadora de Esquerra Unida (EU) y candidata a la presidencia de la Generalitat, Marga Sanz, considera la reforma "un ataque inaceptable". Y confía en que "tanto alumnos y profesores, como la sociedad civil, unirán sus fuerzas contra este agravio del PP". Sanz está convencida de que esta medida es una más en "la estrategia castellanizadora de la consejería en el seno del Consejo Escolar Valenciano, donde se ha hecho con la mayoría de forma antidemocrática, vía decreto".
El sindicato mayoritario de la enseñanza pública no universitaria, STEPV, condenó ayer esta política que considera "desatiende las recomendaciones europeas en el tratamiento integrado de las lenguas y supone un grave retroceso en la normalización del valenciano". La realidad de los centros educativos valencianos, añade el sindicato, es que sólo un 29% del alumnado matriculado estudia en programas bilingües.
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