El rector de la Complutense defiende su gestión económica

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, ha comparecido hoy ante la Comisión de Educación de la Asamblea para informar sobre la situación económica del centro educativo que dirige.

Berzosa ha rechazado las acusaciones del Partido Popular, que afima que ha cometido irregularidades en su gestión al frente de la universidad. "Se está creando un ruido desde fuera [de la universidad] que no existe dentro", ha asegurado el todavía rector, que dejará su cargo en mayo al cumplir dos mandatos, el máximo permitido. Berzosa dijo que "me apoya mucha gente de la universidad y no tenemos nada que ocultar" y aseguró que recibe "alabanzas" por el trabajo que realiza la Complutense en materia de investigación.

Las acusaciones hacia el rector parten de un informe realizado por el Tribunal de Cuentas que

refleja ciertas irregularidades en la Fundación General de la Complutense. Berzosa ha asegurado que dichas anomalías se produjeron antes de su llegada al Rectorado, en 2003. Asegura que ahora la gestión es "transparente".

El rector también se enfrenta a otra polémica. Cuando llegó al rectorado, hace ahora ocho años, se encontró con que estaba planeada la construcción de 400 viviendas para profesores en el campus de Somosaguas, y decidió seguir adelante con ello pese a la falta de dinero, que se había "gastado en devolver los dos créditos que se habían pedido para comprar el terreno". Ha explicado que los intereses del crédito se habían abonado "con la devolución del IVA más el dinero de los adjudicatarios", por lo que no tenían dinero". Para él suponía un "compromiso" terminar ese proyecto.

"Me encontré: un terreno recalificado, un dinero de los adjudicatarios que se había gastado en pagar los intereses de los créditos que se habían solicitado para pagar ese terreno, no había plan de urbanización pero me dicen que me lo arreglan en tres meses y yo me lo creo y me encuentro con una situación en donde había que responder a una implicación en la que se había metido la Fundación de la UCM. Todo antes de que yo llegara y si no me echo para atrás es por todas las complicaciones que había", ha explicado el rector ante la comisión.

La deuda de la universidad asciende a 161 millones de euros, mientras que en 2003 debía 136 millones de euros. Para el todavía rector, este agujero se debe a las restricciones presupuestarias impuestas por la Comunidad de Madrid. Ha afirmado que preveían recibir 40 millones de euros de las arcas regionales en 2010, cuando la aportación fue de apenas seis.