Al frente del 'ejército verde'
La periodista donostiarra Miren Gutiérrez toma el mando de Greenpeace España para reivindicar la defensa del medio ambiente
Por un azar de la vida (y del periodismo), el nombre de Miren Gutiérrez regresa al cabo de los años a la prensa. A finales de 2001, siendo corresponsal en Nueva York, dejó escrita con su firma una sobrecogedora crónica titulada "Luto por el vuelo del merengue", la esquela informativa de un accidente aéreo en el que murieron 260 personas, la mayoría (175) de origen dominicano.
Después de varios avatares profesionales, todos de signo positivo, hoy vuelve a ver su nombre impreso como directora ejecutiva de Greenpeace en España. Así las cosas, ha adoptado de lleno el discurso reivindicativo y "campañero" ?le gusta el término? que conlleva el cargo: "El mejor residuo es el que no existe", sentencia durante un encuentro con el PAÍS en su ciudad natal, San Sebastián, apenas dos días después de su nombramiento oficial. Reconoce que tiene mucha faena por delante, que tiene que "devorar un montón de estudios e informes". Quiere convertirse cuanto antes en "la primera activista de Greenpeace" y, por qué no, "participar en alguna intervención sonada en defensa del medio ambiente".
"Los políticos venden la milonga de que es un lujo defender el medio ambiente"
Gutiérrez toma las riendas de la organización con una base sólida de 100.000 socios
Es licenciada en Filología, diplomada en Magisterio por la Universidad del País Vasco (UPV) y realizó un máster de Periodismo, profesión que comenzó a ejercer en 1990 como corresponsal de la agencia Efe para el sudeste asiático. En 2003 fue nombrada directora editorial de Inter Press Service, una agencia de noticias especializada en medio ambiente y Derechos Humanos, donde tuvo bajo su control a 420 colaboradores.
A finales de 2009 se incorporó a la Fundación Mar Viva, trampolín que le ha llevado hasta la cima de Greenpeace en España, una organización con "una estrategia muy clara, unos extraordinarios profesionales y una base muy sólida" de 100.000 socios. Recibe un legado "buenísimo" de su antecesor, Juantxo López de Uralde, también donostiarra y ahora metido en la arena política. "Yo no voy a hacerlo. Lo que no me gusta de la política es que con la negociación se rebajan las reivindicaciones. Aunque me parece bien que un partido adopte nuestra agenda medioambiental".
"Los políticos quieren vendernos la milonga de que la defensa del medio ambiente es un lujo, pero eso es falso. La crisis es una oportunidad para repensar nuestro modelo productivo y de crecimiento económico", asevera.
No siente vértigo por la responsabilidad que asume, ni le asusta la notoriedad. "Esto es flor de un día y espero ganármela con nuestros logros". ¿Tiene solución el planeta? "Sí, aún estamos a tiempo". También aprovecha la ocasión para enviar un mensaje propiciado por su vena periodística: "Los medios de comunicación deberían hacer un seguimiento diario y sistemático de los problemas medioambientales, no solo cuando se celebra una cumbre climática".
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