Un nuevo caso de acoso a través de Internet en una universidad estadounidense acaba en tragedia

El acoso a través de Internet se ha cobrado una nueva víctima. En este caso, el joven Tyler Clementi, de 18 años, estudiante de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey (EE UU). Su compañero de habitación en su residencia universitaria, Dharun Ravi, también de 18 años, emitió a través de un videochat un encuentro sexual de Clementi con otro hombre e informó de ello a través de la red social Twitter. Clementi, mortificado, contactó con su tutor universitario, sin que el acoso de Ravi disminuyera. Este volvió a emitir un encuentro sexual y Clementi acabó saltando del puente George Washington al río Hudson el pasado 22 de septiembre. Previamente, colgó en su perfil de Facebook el siguiente mensaje: "Salto del puente de GW, lo siento". Su cuerpo fue recuperado ayer.

La policía arrestó a Ravi y a una compañera suya de universidad, Molly Wei, de 18 años. Ambos, en libertad bajo fianza, se enfrentan a penas de hasta cinco años de cárcel si se les condena por este tipo de acoso, tipificado como invasión criminal de la privacidad. En una cuenta de Twitter bajo el usuario Dhraun, se mencionaba el 19 de septiembre: "Mi compañero me ha pedido la habitación hasta medianoche. Fui a la habitación de Molly y encendí mi cámara web. Le vi enrollándose con un tío". El día 21, volvió a la carga: "A los que tengan iChat [programa de chat de Apple] os reto a que hagáis un videochat conmigo entre las 9.30 y las 12. Vuelve a ocurrir".

Ravi dejó su ordenador encendido y, desde la habitación y el ordenador de Wei, espió a su compañero y emitió para sus amigos el encuentro íntimo y privado de Clementi. Este se enteró y, angustiado, envió diversos mensajes al foro digital Justusboys.com bajo el seudónimo cit2mo. En uno de ellos decía: "La gente comenta en su perfil diciendo cosas como '¿y cómo regresaste a tu habitación? ¿estás bien?' y la gente ve el hecho de que yo me enrolle con un chico como un escándalo, y vamos a ser claros... EL ME ESTABA ESPIANDO A MÍ".

Clementi era un consumado violinista. Llevaba en la universidad sólo un mes. Un centenar de compañeros de clase se reunieron para una vigilia ayer por la noche. "Tyler era un gran joven y un distinguido músico", dijo su familia en un comunicado. "Pedimos con respeto que se nos de tiempo para despedirle y que se respete nuestra voluntad de privacidad en este duro momento".