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Extremadura prohíbe los toros atados y embolados

El Gobierno de esa comunidad regula por ley los festejos taurinos populares para erradicar "cualquier atisbo de maltrato" animal

La Junta de Extremadura ha prohibido expresamente los toros ensogados y embolados en el reglamento que ha aprobado hoy para regular los festejos taurinos populares con el fin de erradicar "cualquier atisbo de maltrato". Así lo ha dicho el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en una rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno.

El presidente extremeño ha precisado que "formalmente" se prohíbe ahora que se puedan dar situaciones como el uso de alfileres contra el toro, como ocurría en los Sanjuanes de Coria (Cáceres), una práctica que ya se prohibió hace dos años. Sin citar expresamente a Cataluña y la fiesta de los correbous, Fernández Vara ha indicado que no entiende cómo en algunas zonas de España hay un "discurso" para las corridas de toros y otro para los festejos populares con estos animales.

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El decreto prohíbe los festejos que consistan en embolar las defensas de las reses, prendiendo fuego al material o sustancia con que se realiza el embolado, o los que consistan en sujetar antorchas o elementos similares en los cuernos de los toros. Tampoco permite atar reses a un punto fijo con cadenas, sogas o de cualquier otra forma para limitar su movimiento, salvo para la retirada del animal a fin de dar por concluido el evento. Quedan prohibidos también los festejos que supongan hacer juegos con las reses que desvirtúen el sentido lúdico de la fiesta, o en los que se empleen artilugios o burladeros que no sean populares o tradicionales, o impliquen riesgos para la integridad de los participantes o de los animales que en ellos intervienen.

Se consideran festejos taurinos populares los encierros, la suelta de reses, las becerradas populares y los declarados tradicionales, y quedan definidos como aquellos cuya celebración, arraigada socialmente, se viene realizando desde hace más de cien años. Asimismo, podrán ser considerados tradicionales los festejos taurinos declarados fiesta de interés turístico.

El reglamento, que entrará en vigor el 1 de enero de 2011, sitúa en 18 años la edad mínima para participar en un festejo taurino popular, si bien se permitirá la participación de mayores de 16 años en determinados casos.

Imagen del festejo de los <i>correbous</i> celebrado en la localidad de Camarles, en el bajo Ebro, en la provincia de Tarragona.
Imagen del festejo de los correbous celebrado en la localidad de Camarles, en el bajo Ebro, en la provincia de Tarragona.JOSEP L. SELLART

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