Unos 800 voluntarios inician una batida para buscar a Sonia Iglesias
Rastrean desde primeras horas los alrededores de Pontevedra, donde hace 11 días desapareció la mujer, de 37 años
Cientos de personas se han añadido a las tareas de búsqueda de Sonia Iglesias, desaparecida el pasado 18 de agosto en Pontevedra, y han iniciado esta mañana una batida para rastrear los montes que rodean la ciudad. Los voluntarios se han concentrado en el recinto ferial del Pazo da Cultura hacia las nueve de la mañana y se han dividido en cuatro grupos que recorrerán tres zonas entre Pontevedra y los municipios de Poio, Marín y Vilaboa. El dispositivo está coordinado por cuatro subinspectores del Cuerpo Nacional de Policía y otros tantos oficiales.
La búsqueda se centrará en esta jornada en el Lago de Castiñeiras, así como en las zonas de Coto Redondo y Campañó. También se rastrearán las zonas de Xunqueira de Alba, la Isla de las Esculturas y las Orillas del Río Lérez, en las que se "insistirá" pese a que ya han sido "peinadas". Conforme estaba previsto, el dispositivo se empezó a organizar a las 9.00 horas, aunque la búsqueda efectiva se inició unos 40 minutos más tarde , tras un mensaje del jefe de la brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional en Pontevedra, Evaristo Pérez, que se dirigió
a los participantes en la batida.
Desde el coche patrulla y a través de megafonía, Pérez ha avisado de que "no se busca el cadáver" de la desaparecida, sino "pruebas y objetos" -como un bolso o un móvil- que puedan ser útiles en la investigación.
También ha pedido que "se evite tocar cualquier cosa que llame la atención" y que se avise a un agente del dispositivo.
Solo una billetera con una foto de su hijo
Sonia Iglesias, de 37 años y tabajadora de una tienda de ropa en el centro de la ciudad, desapareció hace 11 días. Entonces la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la policía nacional, con la colaboración de la Guardia Civil y la policía local, iniciaron la búsqueda de la mujer. El rastreo obtuvo una primera pista el pasado fin de semana, cuando un transeúnte encontró la cartera de Sonia cerca del barrio de O Vao , un área conflictiva en el límite con el municipio de Poio en la que se se encuentra un poblado gitano. Según fuentes próximas a la investigación, el transeúnte entregó la billetera a los agentes, sin el DNI ni dinero en efectivo, pero con las tarjetas de la desaparecida y una foto de su hijo de ocho años.
La investigación se ha reforzado esta semana con la llegada de una unidad de la brigada de homicidios y desaparecidos de la sede central de la Policía Nacional, en Madrid. Los agentes ya han señalado que la investigación requerirá tiempo y acopio de testimonios para esclarecer los detalles del caso.
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