La mujer imputada por la muerte de sus ocho bebés se siente "aliviada" tras conocerse los hechos
El abogado de Dominique Cottrez afirma que la mujer será sometida ahora a pruebas psiquiátricas para determinar si era consciente de sus actos
Dominique Cottrez, la mujer que ha reconocido haber matado asfixiándolos a sus ocho bebés en Villers-au-Tertre, al norte de Francia, se siente "aliviada" después de que haya salido a la luz su macabro secreto, guardado durante 20 años, ha señalado hoy su abogado, Frank Berton. La mujer, que ya ha pasado su primera noche en prisión, se encuentra "cansada, hecha polvo, abatida" y "en estado de confusión" tras los interrogatorios, según Berton.
El abogado de Cottrez ha asegurado que su defendida se someterá a diversas pruebas psicológicas y psiquiátricas para determinar si se la puede responsabilizar de sus acciones, y ha indicado que la fiscalía se ha precipitado al considerar que Cottrez sabía lo que hacía. "Mi cliente ha hecho lo que para ella era lo esencial", ha manifestado Berton, refiriéndose al hecho de que la acusada contó a la policía dónde estaban los cuerpos de seis de sus recién nacidos, después de que dos fueran encontrados. "El por qué ocurrió eso, ella no lo sabe", ha agregado.
El fiscal del caso, Eric Vaillant, dijo ayer en rueda de prensa que la imputada, madre de dos hijas que nacieron antes de que se produjeran los supuestos infanticidios, al parecer cometidos entre 1989 y 2006, declaró a los investigadores que se daba "perfecta cuenta de sus embarazos". Si los análisis médicos y psiquiátricos determinan que era consciente de sus actos, Cottrez, una auxiliar de enfermería de unos 45 años, podría enfrentarse a una pena de cadena perpetua.
El tenebroso hallazgo que ha perturbado a toda Francia se produjo el pasado sábado, cuando la Gendarmería recibió una llamada de unos vecinos de Villers-au-Tertre, diminuta localidad de cerca de 600 habitantes situada entre París y Lille. Mientras trabajaban en su jardín, los propietarios de la vivienda encontraron una bolsa de plástico con lo que parecían restos humanos.
Los agentes constataron que lo que había en la bolsa eran los restos mortales de dos recién nacidos e iniciaron una investigación para esclarecer los hechos. Las pesquisas se dirigieron inmediatamente hacia los antiguos dueños de la casa, y pronto se llegó hasta la hija del matrimonio que habitó en ese chalé, Dominique Cottrez. Ésta confesó los crímenes y reveló a la policía que los cadáveres que habían encontrado no eran los únicos. En el garaje, en otras cuatro bolsas de plástico, los agentes localizaron los cuerpos de otros seis bebés asesinados.
El marido de Cottrez, Pierre-Marie Cottrez, sobre el que se cernía originalmente la sospecha de estar al corriente del presunto infanticidio, ha sido puesto en libertad sin cargos, en calidad de testigo asistido, una figura jurídica entre el simple testigo y el imputado. Los investigadores consideran que no se dio cuenta de que entre 1989 y 2006 su mujer -a quien se describe como de "fuerte corpulencia"- se quedó embarazada ocho veces, asesinó a los bebés recién nacidos y escondió a los cadáveres en bolsas de plástico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.