Najwa vuelve a clase en un instituto cercano al que no la admitió con 'hiyab'

Najwa Malha, la niña española de religión musulmana y origen marroquí que ha tenido que dejar el instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por asistir con el hiyab (velo islámico), ha regresado hoy a clase en un centro cercano, el Gerardo Diego, que no ha puesto ningún impedimento a su deseo. La niña, de 16 años, ha llegado al centro a las ocho y cuarto de la mañana acompañada por su padre, Mohamed Malha, y su madre, que, como su hija, iba cubierta con el pañuelo.

El padre de Najwa, con el que EL PAÍS ha hablado posteriormente, considera que "se ha terminado la pesadilla" con la entrada de su hija al nuevo instituto. "Ella lo ha aceptado muy bien", ha asegurado esta mañana, poco después de dejar a su hija en el instituto. "Tenía que incorporarse lo antes posible para no perder más clases," según el padre. Faltan dos meses para que acabe el curso. Najwa estudia 4 de ESO, el último año de la secundaria. Mohamed ha agradecido la actuación del nuevo instituto de Najwa: "La dirección del centro ha sido muy amable, nos ha recibido con los brazos abiertos, como si fuera una alumna más".

El padre de Najwa sobre el nuevo centro: "Nos han recibido con los brazos abiertos"

La joven ha sido la más madrugadora entre sus nuevos compañeros y ha llegado en el coche familiar, que ha aparcado a unos 50 metros de la puerta principal del centro, y ha caminado entre sus padres con un pañuelo azuln celeste en la cabeza y protegida por unas gafas de sol.

"Esperemos que todo esto no le afecte a las notas," señala Mohamed, que asegura que su hija es una buenísima estudiante que los últimos días ha permanecido despierta hasta la madrugada haciendo deberes con el ordenador. "Ha recibido mucho apoyo para que no se agobie y siga trabajando".

A pesar de que el día previsto para que se incorporara a las clases era ayer martes, después de que el lunes se diera de baja en el IES Camilo Jose Cela, la niña no acudió, según sus padres, por la presión generada por la masiva presencia de los medios de comunicación. No obstante, tanto la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid como el centro y la familia confiaban en que a lo largo de esta semana la joven se incorporaría a la clase de su nuevo centro, que en su régimen interno sí que admite el uso de velo islámico en el aula.