Rimas con cabeza
El Festival Break On Stage de Bilbao reúne a 3.500 seguidores de la cultura urbana - Encuentro del 'hip-hop' nacional y europeo
El Shintoma calza una gorra negra, sudadera también oscura con cremallera y capucha, lleva en esto del hip-hop desde hace 12 años, es decir, desde que tenía 13, cuando por casualidad cayó entre sus manos una cinta de varios artistas del mundillo, "puff, estaba CPV, 7 notas, 7 colores, Violadores del Verso pero no me acuerdo muy bien. Escucharla fue una explosión interna tremenda". Tanto le gustó que es lo único que sonó en su walkman durante prácticamente un año.
Ayer, ofreció y dirigió un espectáculo de MC Freestyle, un estilo de rap de improvisación, en el Festival Break On Stage de Bilbao. Una exhibición que reúne a 3.500 asistentes y donde se citan referentes nacionales y europeos de la cultura urbana. Aunque el Shintoma lleva ya siete años rapeando ("me atraía tanto que necesitaba probar la experiencia"), empezó bailando break dance y pintó grafitis durante una época para al final decantarse por la música y formar Cirujanos con Dick Perneto. Ha pasado, como explica, por las tres disciplinas de la Old School, del hip-hop originario.
El break dance, los grafitis y el 'rap' conforman la 'Old School' del género
En el 'hip-hop' lo importante es ser fiel a uno mismo, explica un artista
Directo y conciso, acompaña cada palabra con un gesto de manos y no ahorra a la hora de criticar. "El hip- hop nació como música de protesta y siempre quedará ese vestigio reivindicativo pero ahora ha tomado una deriva más comercial. La música como producto y no como acto de protesta", explica. Disconforme también con las Batallas de Gallos, de las que fue finalista nacional, espectáculos donde los cantantes se retan en improvisación y que al final se acabaron convirtiendo en "shows en los que primaba más la descalificación burda que saber torear con elegancia al contrario".
Sus rimas hablan de los "problemas que puede tener cualquier persona de origen obrero. Alguien que va todos los días a trabajar, que se gana su dinero e intenta sobrevivir, pero nada más" asegura para ha renglón seguido precisar que "lo más imporante es que cada uno sea fiel a lo que es. Yo no hablaré de guetos, porque nunca he vivido en un gueto".
Para el Shintoma el hip- hop es un estilo de vida, lo cual "no significa que tengas que seguir unas pautas, si no, que casi todas las cosas que hago, cuando conduzco, de camino al trabajo, siempre tengo rimas en la cabeza, o pienso frases". Con una promoción en el mercado desde 2008, trabaja ahora en un nuevo proyecto con Dick Perneto que estará terminado para finales de año y en la calle el año que viene. Todavía guarda aquella cinta, "no sé exactamente donde pero seguro que está por casa".
Debajo de la gorra del Shintoma, está Borja Díez, bilbaíno, de 25 años, rubio y con ojos claros. Técnico de sonido, que tras pasar por radio Euskadi ahora trabaja para el Gobierno vasco, en la oficina de atención al ciudadano. "Me apeteció probar algo nuevo".
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