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La nuclear de Vandellós II deberá corregir la nueva refrigeración

El sistema se estrenó el pasado verano y costó 100 millones de euros

Tras 100 millones de euros y casi seis años de estudios, la nuclear de Vandellós II (Tarragona) deberá corregir la flamante infraestructura estrella de la central. El sistema de refrigeración, EJ en el argot técnico, registra desajustes en el caudal del agua cinco meses después de su inauguración.

La nuclear propiedad de Endesa e Iberdrola ha detectado que la cantidad de agua que fluye por el sistema es menor del previsto, lo que podía afectar la actividad de la planta según la normativa técnica original. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), máxima autoridad atómica, emitió ayer una autorización para modificar temporalmente tales especificaciones técnicas para que el EJ opere con menor caudal del especificado durante tres meses. Es el plazo máximo fijado por el CSN para que Endesa e Iberdrola presenten un plan para recuperar la cantidad de agua prevista en el sistema.

El EJ es el sistema más esperado en la central desde hace años: la infraestructura se diseñó a propósito para subsanar los graves problemas de corrosión detectados en 2004 en la refrigeración de la planta. El suceso supuso el mayor incidente del parque nuclear español en 13 años y la mayor sanción impuesta hasta el momento por el CSN -1,6 millones de euros- a una nuclear. El Consejo cargó entonces contra Vandellós II ya que la central omitió el problema durante meses y antepuso la rentabilidad a la seguridad, según el óirgano regulador.

La pérdida de confianza entre el Consejo y la dirección de la central se resolvió con el proyecto del EJ. Un sistema que ha condicionado la actividad de la central desde 2005 y en el que se han dedicado más de 600 empleados, 80 de ellos ingenieros. Vandellós II planificó el EJ como la prueba flagrante de que esta vez antepone la seguridad a la rentabilidad. El CSN lo considera esencial para renovar la licencia de explotación de la nuclear, que debe revisarse el próximo julio.

El nuevo sistema está compuesto de dos circuitos con sendas torres de refrigeración y una balsa común de agua dulce de unos 30.000 metros cúbicos. El EJ permite disipar el calor producido por los motores diesel de la planta a la atmósfera en vez de transmitirlo al mar, método empleado por el anterior sistema y que generó los problemas de corrosión. La nuclear detectó el fallo tras detectar la presencia de residuos que obstaculizan las cañerías del sistema menguando el caudal de agua que éste puede transportar y, por extensión, su capacidad de refrigeración.

Estos residuos provienen del tratamiento químico del agua adoptado por la central, proceso que ya ha sido modificado, informó el CSN. La nuclear, que ha anunciado la revisión y limpieza de las cañerías del nuevo sistema, tiene hasta mayo para fijar cómo garantizará que el EJ opere con el caudal previsto en un principio. Dos meses después, el CSN evaluará si renueva a Endesa e Iberdrola la licencia de explotación de la planta.

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