Dimite el jefe de Traumatología del Ramón y Cajal debido al rechazo profesional
Sanidad de Madrid asegura que renuncia por el "acoso" de sus subordinados, que ayer hicieron huelga en el centro en protesta por su nombramiento
El jefe de servicio de Traumatología del hospital Ramon y Cajal ha presentado su renuncia, según ha informado la Consejería de Sanidad. Su decisión se debe al "acoso y agresiones" contra su persona al que le han sometido los médicos del servicio desde su nombramiento, asegura en un comunicado.
La práctica totalidad de los traumatólogos del servicio (el 94,5%) secundaron ayer una huelga convocada precisamente en protesta por el nombramiento del nuevo jefe de servicio, Rafael Llopis. Exigían "la inmediata suspensión" de su comisión de servicio, la figura por la cual había llegado a su puesto de jefatura el 15 de diciembre pasado, y pedían la convocatoria pública de la plaza de jefe de servicio.
"El doctor Llopis está en posesión de un currículum profesional impecable y ha desarrollado una excelente labor como facultativo y con posterioridad como jefe de servicio, en todos los centros en los que ha trabajado", afirma el comunicado de Sanidad. El anterior puesto de Llopis era también la jefatura de servicio de Traumatología del hospital Santa Cristina. Los médicos del Ramón y Cajal ponían en duda su capacitación profesional y criticaban, entre otras cosas, el hecho de que allí dirigía un equipo de siete personas, en un centro pequeño y con poca especialización.
Según Sanidad, se incorporó al hospital con "la mejor de las intenciones, ilusión y máximo respeto a todos los colegas" traumatólogos. "Desde su llegada y sin ningún fundamento ni legal, ni científico, ni académico solo ha recibido afrentas, desconsideración y agresividad hacia su persona", concluye el comunicado. De los 36 facultativos del turno de mañana, 34 secundaron ayer la huelga. Los médicos que forman parte de la junta técnico asistencial del Ramón y Cajal (órgano asesor de la dirección) dimitieron ayer en bloque.
El sindicato convocante, SIME, y Femyts, que apoyaba la huelga, habían calificado el nombramiento de Llopis de "cacicada". Aseguraban que no atendió "a los criterios legalmente establecidos de transparencia, mérito, capacidad y publicidad". La figura de la comisión de servicio (traslado provisional, sin concurso) es completamente legal, pero los traumatólogos querían que la plaza, que llevaba vacía por jubilación del anterior jefe casi dos años, se ocupara mediante convocatoria pública. De hecho, el hospital estaba seleccionando el tribunal que iba a valorar los méritos de los candidatos justo antes de que llegara Llopis.
Los médicos denuncian que Sanidad de Madrid fomenta la precariedad en el empleo
La Asociación Profesional de Médicos y Facultativos de la Comunidad de Madrid (SIME), ha denunciado hoy que la Consejería de Sanidad de la Comunidad "fomenta la precariedad en el empleo".
Esta asociación, federada en CSIT Unión profesional, critica la "actuación irregular" que la Consejería está llevando a cabo en lo referido a las contrataciones del personal facultativo de Atención Primaria de los centros sanitarios de Atención Primaria dependientes del SERMAS.
Según SIME, además de la temporalidad en sus contratos, los médicos de Atención Primaria se deben enfrentar, desde el pasado mes de diciembre, a un nuevo problema: son los únicos autorizados para prescribir las bajas laborales a los trabajadores, labor que antes corría a cargo, también, de los especialistas.
A pesar de que desde la Consejería de Sanidad se empeñen en intentan demostrar que con dicha medida "se evitarían duplicidades en los procesos", la situación de saturación y precariedad de los facultativos es "más que evidente", según SIME.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
