El Hospital Clínico de Madrid ha intervenido ya a 404 pacientes con el robot Da Vinci
Es el primer centro español que utiliza esta tecnología diseñada por la NASA
El Hospital Clínico San Carlos ha intervenido a 404 pacientes con el robot Da Vinci desde que lo incorporó a sus quirófanos hace ya tres años, convirtiéndose en el primer centro público español en utilizar esta moderna tecnología diseñada por la NASA. Del total de los enfermos operados con el Da Vinci, 209 lo fueron por problemas de cirugía general y aparato digestivo, 140 de urología y 55 por patologías ginecológicas.
Los procedimientos de cirugía general y aparato digestivo que más se han operado son problemas biliares, hernias, cirugía colorrectal y cirugía de la obesidad. En urología, la mayoría de los pacientes operados con este robot sufrían problemas de próstata, y en ginecología padecían de histerectomías. En el último caso, el Hospital Clínico fue el primero de España que realizó una intervención ginecológica de esta patología utilizando el robot.
El Da Vinci permite realizar las cirugías con una precisión perfecta, pues obedece las órdenes que le da el cirujano desde una consola alejada del paciente. El robot mueve unos brazos articulados que se colocan en el interior del enfermo y realizan las maniobras necesarias para llevar a cabo la intervención. Este sistema tiene la ventaja de practicar una mínima incisión en el paciente y de que la visión que tiene el cirujano del campo operatorio es tridimensional, mientras que en la cirugía laparoscópica es bidimensionl.
El cirujano puede realizar movimientos delicados y de gran precisión puesto que los brazos articulados del robot que se sitúan dentro del paciente tienen mejores ejes de movimiento. La cirugía robótica es idónea para intervenciones de ganglios linfáticos, vasos y nervios, en operaciones de tumores y es útil para suturar estructuras delicadas y de difícil visualización, como la próstata o en la cirugía de la obesidad. El Hospital Clínico incorporó el Da Vinci a sus técnicas quirúrgicas en 2006 gracias al patrocinio de la Fundación Esther Koplowitz. Está previsto que este sistema se incorpore a los servicios de Cirugía Cardiaca, Cirugía Torácica y Cirugía Pediátrica.
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