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Obama invita a miles de gays a celebrar el mes del Orgullo

La comunidad homosexual critica la promesa incumplida del presidente de anular una ley que prohíbe las prácticas homosexuales en el Ejército

En la misma semana en la que se conmemora el 40 aniversario de las revueltas en contra de un registro de la policía en el pub neoyorquino Stonewall Inn, Barack Obama ha querido tener un gesto inédito en un presidente estadounidense: comer con 300 representantes de la comunidad homosexual para celebrar el mes del Orgullo Gay y del nacimiento de la lucha por los derechos de los homosexuales, a los que prometió que, durante su mandato, hará lo posible para que el Congreso derogue dos leyes muy polémicas. Una prohíbe el matrimonio gay a nivel federal y la otra, que los homosexuales presenten servicio abiertamente en el Ejército.

Obama, que durante las elecciones atrajo un apoyo casi unánime entre los colectivos de activistas gays, se ha enfrentado recientemente a un creciente escepticismo en esa comunidad por su resistencia a tramitar la anulación de aquellas dos polémicas leyes, aprobadas con el respaldo de Bill Clinton. "Quiero que sepáis que yo no espero ser juzgado por las palabras ni por las promesas que he hecho, sino por las promesas que esta Administración cumple", dijo el presidente. "Cuando este mandato haya acabado, creo que tendréis un buen recuerdo de la Administración de Obama", añadió.

Los colectivos gays están presionando al presidente para que agilice la anulación de las dos leyes en el Congreso. Obama se comprometió este lunes, como ya hizo en la campaña electoral, a "acabar con la discriminación contra las parejas del mismo sexo en este país". "Os agradezco todo el trabajo que hacéis día a día en el propósito de la igualdad", añadió.

Promesa de campaña

El presidente pidió paciencia a un colectivo que se ha mostrado crítico en las últimas semanas. Diversos activistas han criticado que Obama haya decidido retrasar una promesa de campaña: la anulación de la normativa conocida como "don't ask, don't tell" (no preguntes, no lo cuentes), aprobada por el Congreso en 1993, según la cual los homosexuales deben ocultar su condición si quieren prestar servicio en el Ejército.

Desde 1994, el Pentágono ha expulsado a 12.500 soldados por esta razón, según la revista oficial de este organismo, Stars and Stripes. En una entrevista con la representativa revista del movimiento homosexual The Advocate, en abril de 2008, el presidente dijo que la derogaría porque era una medida "ideológica" que "no hace del país un lugar más seguro".

El portavoz de Obama, Robert Gibbs, ha dicho recientemente que el presidente cree que no es el momento de trabajar una ley semejante cuando el país se enfrenta a una crisis económica y dos guerras. Además, a principios de junio, el Gobierno secundó la decisión de un juzgado de Ohio que había confirmado la expulsión del soldado James Pietrangelo II, veterano de guerra de Irak, por haber manifestado abiertamente su homosexualidad estando de servicio. Pietrangelo calificó al presidente de "cobarde" y "mentiroso" por haber apoyado al Ejército en el proceso de apelación.

Además, a principios de junio el Departamento de Justicia envió a un juzgado de California un documento de defensa de la llamada Ley de Defensa del Matrimonio, de 1996 y también aprobada por Clinton, que prohíbe al Gobierno federal reconocer los matrimonios homosexuales oficiados en los Estados que sí que administran ese tipo de uniones. "Hasta que el Congreso apruebe la legislación que derogue esta ley, la Administración seguirá defendiendo el estatuto cuando sea rebatido en el sistema legal", dijo el informe.

Diversos líderes del movimiento gay y destacados políticos demócratas criticaron al presidente por este documento. El alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, que el 14 de junio participó en la celebración del orgullo gay en Los Ángeles junto a su homólogo en esa ciudad, Antonio Villaraigosa, dijo que Obama ha cometido "un grave error". "Son preocupantes los argumentos que emplea el Departamento de Justicia", apuntó Villaraigosa.

Ayer, Obama dijo que sigue convencido de que podrá derogar ambas medidas con el apoyo de un Congreso cuyas dos cámaras controlan los demócratas. Sin embargo, dijo, el Gobierno "tiene la obligación de cumplir las leyes existentes" en los juzgados. "El hecho de que cumpla con mi obligación a la hora de aplicar la ley no implica que haya abandonado mi compromiso de derogar esta misma ley", explicó.

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