La dependencia se puede prevenir
El 50% de los mayores podrían evitar llegar a ser dependientes
Alrededor de un 50% de las personas mayores podrían prevenir la progresión a la dependencia con una buena atención médica y programas de vigilancia y envejecimiento activo. Es una de las conclusiones a las que ha llegado la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) en su congreso celebrado estos días en Zaragoza. La prevención y control de los problemas clínicos en este grupo de población son clave para evitar la discapacidad.
La Semfyc asegura que la mayoría de los problemas de salud en estas personas se resuelven en el primer nivel asistencial y más del 90% de las visitas a domicilio son atendidas por el médico de familia. Por eso, la atención primaria ocupa un lugar estratégico para la prevención y retraso de la dependencia, favoreciendo el envejecimiento activo.
A partir de los 75 u 80 años empiezan a incidir con más intensidad los problemas de salud que generan discapacidad, y donde más se pueden detectar personas con pérdida reciente de funcionalidad. "La atención de estas personas requiere un tiempo adecuado, tanto para su detección y tratamiento, como para educarlas, informarlas, asesorarlas y apoyar a sus cuidadores principales", sostiene Iñaki Martín Lesende, del Grupo de Atención al Mayor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).
La persona en riesgo de derivar en una situación de dependencia es alguien que aparentemente se encuentra bien, pero que su estado de salud se puede ver afectado por una simple gripe o una caída que puede provocar que ya no se pueda valer por sí misma, y comience un camino hacia una mayor dependencia, y a necesitar ayuda de otras para llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Entre los factores que contribuyen a la pérdida de capacidad funcional están los de carácter físico (enfermedades, limitaciones sensoriales, etc), los psicológicos (aceptación de síntomas como algo natural) y los propiamente sociales (el comportamiento de las personas cercanas es clave).
El envejecimiento de la población española es cada vez mayor y, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Política Social, España es el cuarto país más envejecido del mundo. Un 95% de la población mayor vive en su propio hogar o con sus familiares y la mayoría de sus problemas de salud se resuelven en las consultas de Atención Primaria (AP). Dentro de este colectivo, aproximadamente un 30% se considera anciano frágil, un estado de salud previo a la dependencia, por lo que requieren una atención prioritaria por parte del médico de familia.
"Evitar la dependencia es intentar que los mayores alcancen la vejez con buena salud y que sean autónomas para poder realizar sus actividades cotidianas. Es importante tener en cuenta que la atención primaria es el verdadero campo de cultivo de la fragilidad, ya que es el nivel sanitario donde la prevalencia general es mayor, y además en al menos el 60% de las veces se llega a una situación de dependencia de una manera progresiva y gradual sobre la que es viable intervenir" afirma Martín Resende.
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