Revolución 'rosa' al volante en Líbano
Una empresa pone en marcha los primeros taxis para mujeres en Líbano
A pocos kilómetros de Beirut, la capital de Líbano, en la aldea de Mtaybel, se encuentra la empresa Banet Taxi (Taxi para Mujeres). Su flota es de seis vehículos y su misión es dar servicio a mujeres, niños y familias que prefieran tener a una mujer como conductora. Para distinguirlos, su color es rosa. La dueña de la empresa, Nawal Yaghi Fajri, tuvo la idea de este revolucionario servicio en el país árabe tras un viaje de negocios a Tailandia. "Pasé quince días en el país asiático y en los cinco últimos me acompañó una mujer, que me servía de taxista y guía, con lo que me sentí cómoda, ya que conocía las cosas que una mujer necesita", ha contado Nawal Yaghi Fajri. Esa idea, junto con los taxis normales de color rosa que vio en el aeropuerto de Tailandia, dio como resultado Banet Taxi. "Hombres solos no -apunta-. No queremos complicaciones, sólo los aceptamos cuando están con su familia".
Quien opte por coger un taxi rosa será atendido por una conductora vestida con pantalón negro, blusa blanca, corbata rosa y flor en el pelo del mismo color, en un vehículo con medidas especiales de seguridad, que puede efectuar cualquier desplazamiento por el país, cualquier día de la semana y cualquier día del año.
La empresaria confiesa que se sintió "sorprendida" por la buena respuesta que tuvo el anuncio que publicó en un periódico para reclutar a mujeres taxistas, ya que la de taxista es una profesión prácticamente exclusiva de los hombres en Líbano.
Incluso la iniciativa ha recibido el apoyo del Ministerio de Turismo, pues para el próximo verano se espera un gran número de turistas, sobre todo procedentes de países árabes, que posiblemente preferirán que sus familias sean atendidas por mujeres. "Hemos recibido muchas llamadas de los países árabes, e incluso europeos, haciendo reservas para este verano", afirma Yaghi, para quien una taxista puede orientar mejor a una clienta sobre dónde queda tal peluquería o tal tienda. Además, planea extender su idea a otros Estados árabes, en especial del Golfo Pérsico.
Según Yaghi, los taxistas tradicionales se han mostrado muy compresivos: "No le hacemos la competencia. Nuestra clientela es otra", asegura la empresaria.
En la oficina de Banet Taxi se encuentra la conductora Jeanette, la primera taxista que entró a trabajar en la compañía, que espera una llamada para salir a trabajar. Jeanette explica que se siente "contenta" con su empleo y señala que sus clientas acaban "satisfechas" por el hecho de que sea una mujer la que conduce, además de tratarse de "un coche bonito y rosa". La taxista asegura que nunca ha percibido muestras de animadversión por parte de sus compañeros de profesión varones. "Al contrario, nos hacen bravo con las manos para darnos aliento", cuenta.
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