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Los forenses concluyen que Alba nunca volverá a hablar ni a caminar

Los psicólogos dan credibilidad a su hermanastra Maite, que culpó al acusado de las palizas.- Los médicos consideran que los daños no responden a una "caída accidental", como declaró el procesado

Alba, la niña de Montcada i Reixac (Barcelona) víctima de malos tratos, nunca podrá volver a andar ni a hablar y necesitará de por vida la ayuda de una tercera persona para sus actividades diarias, según las conclusiones de los forenses que la examinaron. En el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona contra la madre de Alba, Ana María C., y su compañero sentimental, Francisco Javier P., han declarado hoy varios médicos y los psicólogos que interrogaron a la hija de seis años del procesado, Maite, durante la fase de instrucción. Los doctores han otorgado plena credibilidad a la declaración en la que la niña había incriminado a su padre.

El juicio pretende aclarar la responsabilidad de la madre de Alba y de su compañero sentimental en los hechos que culminaron, en marzo de 2006, con una paliza que dejó a la pequeña clínicamente muerta por los golpes sufridos en la cabeza y en un coma del que ahora tendrá serias dificultades para salir. Según los forenses que examinaron a Alba en el centro para discapacitados tutelado por la Generalitat donde reside, la niña es capaz de asentir, negar y articular algunas sílabas y puede ponerse en pie con algún apoyo, pero nunca logrará volver a hablar o a caminar. Siempre necesitará ser asistida por otra persona para las actividades básicas de la vida diaria, como asearse, vestirse o comer.

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A pesar de que últimamente ha logrado realizar algún movimiento coordinado, como llevarse una cuchara a la boca, es incapaz de repetirlo. Los médicos han añadido que Alba entiende las preguntas sencillas, reconoce a las cuidadoras que la asisten en el centro y se muestra alegre cuando recibe visitas. Respecto a las causas del hematoma cerebral que la dejó en coma, los forenses mantienen que se produjo debido a una o varias sacudidas "muy violentas" y que en ningún caso pudo obedecer a una caída accidental, como apuntó el procesado en su declaración ante el tribunal.

Maite decía la verdad

Los psicólogos que entrevistaron a la hermanastra de la maltratada, Maite, la hija de seis años de Francisco Javier P. y principal testigo del caso, han dado credibilidad absoluta a su relato, en el que involucró a su padre en la brutal paliza que dejó a Alba en coma y en los anteriores episodios de maltrato.

Sin embargo, han puesto en cuestión que la niña dijera la verdad en la grabación en vídeo que realizó su tío paterno horas después de la detención del procesado. En esa cinta, la menor explicaba que Alba se había lastimado cayéndose de la cama porque estaba respondiendo lo que quería escuchar la persona que la interrogaba.

Sabía que no era un juego

Cuando los psicólogos entrevistaron a la menor, la dejaron que hablara sin cortala con preguntas. Finalmente, resultó "clarísimo" que lo que contó la niña "no era aprendido ni reproducido, sino vivido", porque si hubiera mentido su relato habría sido más uniforme y sin lagunas de memoria. Por su edad, han sostenido los psicólogos, Maite carecía de capacidad cognitiva suficiente para "mantener una mentira tan larga y que los elementos casen" y el hecho de que maltratara a sus muñecas de la misma forma en que vio que Alba era maltratada responde a que la menor estaba en una etapa evolutiva en que los niños tienden a reproducir en sus juegos escenas de la vida real.

Aunque pareciera que Maite entendía las torturas que sufría Alba como un juego, en realidad, según los psicólogos, la menor sabía que eran un maltrato, lo que incluso había provocado que ella se erigiera en "protectora" de la niña, porque no tenía a nadie más.

Los acusados: el padrastro de Alba, Francisco Javier Pérez, y, tras él, la madre de la niña, Ana María Cano, durante el juicio.
Los acusados: el padrastro de Alba, Francisco Javier Pérez, y, tras él, la madre de la niña, Ana María Cano, durante el juicio.CONSUELO BAUTISTA

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