Una tortuga sobre ruedas
Los cuidadores del zoo de Jerusalén idean un invento que permite la movilidad de un reptil que quedó paralítico
Arava ha vuelto a andar. Se trata de una tortuga gigante de 10 años que sufre una parálisis de sus patas traseras. Ahora sus cuidadores del zoo bíblico de Jerusalén han ideado una estructura metálica con ruedas que le permite desplazarse cómodamente. Con este invento, hasta le han salido pretendientes.
"Arava llegó hasta nosotros hace algunos meses. Estaba paralizada de las patas traseras y nosotros la hemos equipado con esta armadura para que se pueda mover", ha explicado hoy a la prensa Shmulik Yedvad, responsable de responsable de centro.
Esta tortuga de 25 kilos estaba condenada hasta ahora a permanecer inmóvil. Pero no sólo eso, también a no tener una pareja con la que reproducirse. Las cosas han cambiado. El singular invento que le han instalado ya le ha permitido aparearse con uno de sus compañeros en el zoológico.
Arava se ha convertido en toda una atracción para niños y no tan niños que pueden ver cómo esta tortuga se ha adaptado perfectamente sus nuevas 'patas'.
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