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Condenados a entre 4 y 10 meses de cárcel seis marroquíes que participaron en una boda gay

Ningún abogado de la ciudad de Alcazarquevir quiso defender a los inculpados

A veces la Justicia de Marruecos trabaja con celeridad. Tres semanas después de que se celebrase en Alcazarquevir una supuesta boda homosexual seis de sus más destacados protagonistas fueron condenados, el lunes por la noche, a penas de entre cuatro y 10 meses de cárcel por "perversión sexual" y a multas que no exceden los 95 euros.

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La fiesta del enlace, en la que tomó parte medio centenar de personas, se celebró en la noche del 18 al 19 de noviembre. Hombres disfrazados de mujer bailaron y uno de ellos contrajo, al parecer, un matrimonio simbólico, sin ningún valor legal, con otro de los asistentes. Un vídeo colocado en YouTube, que no permite identificar a ningún participante, dio a conocer el festorro.

Los abogados y alguna asociación de derechos humanos, como Bayt al Hikma, pidieron la absolución de los inculpados alegando la falta de pruebas, la invalidez de la confesión de los preventivos y el enorme eco mediático del supuesto escándalo que no permitía al tribunal de primera instancia decidir con serenidad.

Prueba de ello es que ningún letrado de Alcazarquervir, una aglomeración urbana de unos 80.000 habitantes, se mostró dispuesto a defender a los inculpados. Al final la tarea recayó sobre tres abogados de Rabat. Mohamed Sebbar, uno de ellos, denunció "la tensión suscitada por ese asunto a causa del gran eco mediático". Los letrados locales han padecido "terrorismo intelectual", lamenta el Observatorio Marroquí de las Libertades Públicas (OMLP).

Pese a la imprecisión de sus imágenes el vídeo desató la ira de los musulmanes integristas en una ciudad gobernada por el islamista Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD). A la salida de las mezquitas, el viernes 23 de noviembre, cientos de fieles ?el diario Al Massae asegura que fueron miles- dieron rienda libre a su indignación recorriendo las calles y atacando las propiedades de varios inculpados.

"Lo que sucedió (?) fue producto de una labor metódica orquestada por grupos integristas por razones políticas e ideológicas", sostiene el OMLP en un informe elaborado tras visitar la ciudad. Alude no solo PJD sino a movimientos islamistas tolerados como Justicia y Caridad, que encabeza el jeque Abdesalam Yassin, y a la corriente Tablig, nacida en India hace 80 años.

La polémica se extendió hasta la Cámara de Representantes donde Mustafá Ramid, el jefe del grupo parlamentario del PJD, no dudó en comparar lo sucedido en Alcazarquevir con "otra forma de terrorismo". Chakib Benmoussa, el ministro de Interior, intervino en el Parlamento para afirmar que no podía confirmar que se trataba de una boda entre "pervertidos sexuales".

Said Jairun, otro diputado del PJD, le respondió lamentando que no dijera la verdad. "Las imágenes así como lo que cuenta la gente confirman la hispótesis de la boda entre homosexuales", afirmó.

Las autoridades marroquíes han querido acallar la alarma social fomentada por los islamistas, pero han rehuido también de condenar a los inculpados por homosexualidad ?un delito castigado con entre seis meses y tres años de cárcel- para evitar dar la impresión de perseguir una orientación sexual hoy en día legalizada en Europa. De ahí que los seis protagonistas de la fiesta hayan sido solo considerados culpables de "perversión sexual".

Más aún que entre la clase política, la polémica ha sido especialmente virulenta en la prensa. Rachid Niny, el director de Al Massae y el periodista más leído en Marruecos, no dudó en escribir que "los verdaderos extremistas son aquellos que exageran en la modernidad y celebran en público su descarrío moral". Adala Oua Taumi, el órgano de los islamistas del PJD, elogió, por su parte, a la población de Alcazarquevir por comportarse cómo "hombres contra aquellos que (?) apoyan y financian a las bestias depravadas".

En el otro extremo los semanarios francófonos, de corte liberal, arremeten contra Rachid Niny. "Se apoya en el conservadurismo ambiental de la opinión pública para inculcarle la intolerancia", sostiene Le Journal antes de concluir que es un "fascista". "El Marruecos actual es un polvorín sobre el que Niny lanza a diario una cerilla encendida", recalca Tel Quel en un editorial firmado por toda su redacción.

El periodista que ha salido peor librado ha sido Abdelmalek Chliul, que dirige en Alcazarquevir Yaridat Ain Chamal, una modesta revista local. Ha sido amenazado de muerte si no publicaba en sus páginas una condena rotunda de la seudo boda.

KARIM SELMAOUI

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