De la sotana isotérmica al carillón con MP3

La novedad del año 2007 es la sotana isotérmica que hace soñar a los sacerdotes católicos interesados en las últimas tendencias en moda litúrgica. Por 300 euros, esta prenda es ideal para las misas al aire libre durante el invierno, cuando llueve y hace frío, o en una iglesia con mala calefacción. "Es cara, pero si se compra una, dura toda la vida", asegura Bogumila Niewiadomska que regenta el puesto de Pratulin (una pequeña empresa polaca especializada en la venta de vestimenta religiosa), en la octava feria Sacroexpo de Kielce, a 200 kilómetros de Varsovia.

Sacroexpo es uno de los salones de accesorios religiosos católicos de Europa. Del lunes hasta hoy miércoles, más de 250 expositores han ofrecido sus productos a miles de sacerdotes, monjas y religiosos de una veintena de países, venidos para renovar su guardarropa o para acometer reformas en sus iglesias y conventos.

"En la ropa y en los accesorios litúrgicos también hay modas", explica el padre Ryszard Rozycki mientras examina un paño para cubrir el altar, decorado con motivos diesñados por ordenador. "Hay que adaptarse a las novedades", señala. El padre Waldemar, un misionero católico que oficia al este de Ucrania, mira con interes un stand. "Nuestra nueva iglesia acaba de ser terminada; ahora nos falta llenarla", se entusiasma el joven religioso de origen polaco.

Cálices, bonetes, altares, órganos...

Cálices, bonetes, crucifijos tallados a mano, altares, órganos de fabricación alemana, sistemas de calefacción? todo esto ofrece la feria de Kielce. Pero también, por 8.000 euros, un carillón electrónico que ofrece más de 1.500 melodías (en el formato de compresión de sonido MP3) grabadas por profesionales holandeses y estadounidenses.

"En cualquier caso, es diez veces más barato que comprar unas grandes campanas", señala Filip Horvat, de Horvat Elektronika, la compañía croata que comercializa el carillón. Pero nada de comprar impulsivamente: "Nos interesa todo, pero debemos consultar primero con los responsables de la parroquia antes de comprar nada", señala el padre Waldemar.

Por su parte, el austriaco Werner Auer ha viajado hasta Kielce para convencer a los sacerdotes de que use su vino para las misas. "Tenemos dos vinos que podrían interesarles, pues creo que aquí les gusta el vino de misa un poco más dulce", señala Auer. Espera que las iglesias le sirvan de trampolín para lanzar una estrategia sobre el mercado polaco del vino.