Cena en honor a Gagarin

Hace 46 años tal día como hoy, el ruso Yuri Gagarin, el primer astronauta de la historia, pronunció una frase visionaria: "Veo la Tierra, ¡Es tan bonita!". La estaba contemplando en órbita, a bordo de la nave Vostok-1, de 4.725 kilos. Para celebrar la efeméride, los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS) degustarán esta noche una cena espacial: un menú que la Agencia Espacial Europea encargó al chef francés Alain Ducasse, que incluye codorniz marinada deshidratada para evitar problemas con la ingravidez.

A la mesa, se sentarán el magnate estadounidense del software Charles Simonyi, quinto turista espacial, y dos cosmonautas rusos, Fyodor Yurchikhin y Oleg Kotov, que llegaron a la ISS el pasado día 10. También brindarán en honor a Gagarin los astronautas que han pasado los últimos meses en la estación, el ruso Mikhail Tyurin y el estadounidense de padre español Miguel López Alegría, que llevan desde septiembre. La sexta invitada es la estadounidense Sunita Williams, que se quedará en la ISS con los nuevos inquilinos cuando Simonyi, Yurchikhin y Kotov regresen a la Tierra.

La conquista rusa

Los seis disfrutarán de una auténtica cena gourmet, en conmemoración del aniversario del primer vuelo espacial tripulado, el de Gagarin, el 12 de abril de 1961. El menú incluye como plato principal codorniz marinada en vino, seleccionada espacialmente para la ocasión por la experta estadounidense en estilo de vida Martha Stewart, amiga de Simonyi, y que estuvo presente en el mando de control de la misión, ubicado a las afueras de Moscú, durante la retransmisión de la llegada a la Estación de la nueva tripulación.

A finales del pasado mes de marzo, comenzaron los festejos del 50º aniversario de la carrera espacial. Serguéi Koroliov fue padre del programa espacial soviético y principal artífice de la victoria en la carrera con EE UU por la conquista del cosmos, gracias al envío del primer satélite artificial (Sputnik) el 4 de octubre de 1957. Le siguió el lanzamiento de la perra Laika; dos años más tarde, el primer ingenio espacial llegaba a la Luna, y pasados otros dos años, Yuri Gagarin conquistaba el espacio. El histórico vuelo espacial de Gagarin se produjo 25 días antes que el primer intento estadounidense. Además, Gagarin cumplió un auténtico vuelo orbital, aterrizando sin contratiempos, mientras que el primer intento de EE UU, el vuelo de Glenn, era suborbital.

El vuelo, totalmente automático ya que el panel de control estaba bloqueado, consistió en sólo una órbita a la Tierra a una altitud de 315 km. La carga de la nave incluía equipamiento de soporte vital, radio y televisión para monitorizar las condiciones del cosmonauta. El módulo de equipamientos de la nave no se separó de la cápsula al final de la misión, por algún problema técnico, y acabó provocando una situación crítica, al quemarse en la reentrada a la Tierra. Después de la reentrada, Gagarin descendió usando un paracaídas propio, como estaba planeado, y se convirtió en un héroe.

El co-fundador de Microsoft, el quinto turista espacial en la ISS