"Es imposible decir que la mujer se equipare con el hombre"
Segundo bloque de textos y reflexiones enviados por las mujeres a ELPAIS.com para hablar sobre la igualdad de sexos, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Elisa Gómez Moral, 29 años. (Madrid, España)
Hola soy Eliza madre soltera de dos niños, (española) tengo 29 años y mi situación es claramente un problema social. Es imposible decir que la mujer se equipare en igualdades con el hombre, en mi situación no consigo pagar una vivienda puesto que los sueldos que hoy en día tenemos los ciudadanos de a pie, no nos permite mas que mal vivir. Mi hijo mayor esta reconocido por su padre, pero nunca le paso su manutención ni le atiende, empezando por hay ya no hay igualdad, la segunda causa, su papa siempre pudo trabajar, en mi caso mantener un trabajo me esta costando ya un problema de salud. En el ámbito laboral yo siempre tuve problemas de acoso de todo tipo, en mi primera entrevista a los diecisiete años salí dando un bofe ton a mi entrevistador por que intento tocarme, que mas decirles creo que hay que educar primero y luego pedir igualdad.
Cristina del Río, 36 años. (Las Palmas, España)
Tengo 36 años, tres hijos y una buena carrera profesional desde hace 16 años en puestos de bastante responsabilidad. Me considero satisfecha de lo que he conseguido hasta ahora pero, como podrán suponer, el camino no ha sido fácil. En mi primer trabajo me "ordenaron" no casarme y menos aún, tener hijos. Cobraba la mitad que un compañero porque "él era padre de familia". Para colmo, era una empresa semi pública… Estudiaba y trabajaba al mismo tiempo y desde entonces me di cuenta de que no lo iba a tener fácil en el futuro, aunque me matara a trabajar. En el segundo trabajo, durante cinco años fui la primera mujer directiva de una gran empresa española, pero cobraba una tercera parte que mis compañeros. Nunca se molestaron en explicarme por qué, pese a ser la oficina más rentable de España y desde que me marché tampoco han vuelto a contratar mujeres en el equipo directivo. Algunos me comentaron que les “cortaba el rollo en las reuniones” pues solían acabar de juerga y mi presencia los intimidaba. Aquel equipo directivo era en realidad un club privado masculino y lo sigue siendo hoy en día. En el tercer empleo, siendo un alto cargo en la Administración, también cobraba menos que otros varones en posiciones de responsabilidad inferiores a la mía. Es decir, todas las empresas para las que he trabajado practican algún tipo de discriminación hacia la mujer. (...) Además de las diferencias salariales evidentes también hubo muchos más obstáculos a los que nunca se hubiera enfrentado un hombre: acoso sexual, intimidación, bromas sexistas, presión psicológica con cada embarazo… Tras todas estas experiencias y cansada de defender mis derechos, finalmente opté por ser independiente. Ahora soy mi propia jefa y parece que ésta es la única manera de evitar la discriminación. Qué triste, pero qué cierto. Con ese panorama laboral, confieso para llegar hasta aquí también tuve que dejar muchas cosas por el camino: no disfruté de las bajas por maternidad de mis hijos, no fui a los talleres del colegio, etc… y he arrastrado un sentimiento de culpa como madre durante muchos años. Ahora por fin empiezo a estar en paz...
Rosis de León (Sto. Domingo, República Dominicana)
En países desarrollados como España la diferencia es menor, pero en nuestro país a pesar de que las mujeres cada día nos capacitamos más, se prefiere al hombre para ocupar los puestos laborales, empresariales, políticos y de dirigencia en todos los ordenes.
Marisa Álvarez (Barcelona, España)
Sí me siento valorada y aunque peque de egocentrismo creo que a veces imprescindible y lo más importante aunque mis jefes sean hombres me valoran en todos los aspectos como empleada y eso me enorgullece.
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