La 'purasangre' de Barbaro volverá a las pistas

El purasangre Barbaro, campeón del Derby de Kentucky, fue sacrificado el lunes pasado por las complicaciones surgidas después de que, ya lesionado, siguiera galopando durante la segunda ronda de la triple corona en Baltimore del pasado mayo. El mundo hípico lamentó su muerte. Hoy The New York Times publica un reportaje sobre su pequeño hermano. El potro, que no ha cumplido todavía un año de edad, empieza a generar esperanzas, porque comparte con Barbaro ambos padres.

En Lexington, Kentucky, a unos 120 kilómetros al norte de donde fue abatido el lunes pasado su hermano, el potrillo pasea por la finca de Mill Ridge, inconsciente de la expectación que comienza a levantar en el mundo hípico de Estados Unidos y de todo el globo tras el accidente. El motivo de tanta atención: sus padres, Dynaformer y La Ville Rouge, los mismos de Barbaro, lo que hace del corcel el único hermano del campeón del derby de Kentucky.

El caballo, todavía sin nombre por su joven edad de 10 meses y medio, está aún lejos de las primeras competiciones en la pista, que empezarán cuando tenga dos años. Sin embargo, todas las energías están dedicadas a intentar entender si el joven hermano puede tener las mismas características de velocidad, resistencia, talento y anhelo que hicieron de Barbaro un campeón.

La conformación y la alineación física son un indicador temprano, y el potrillo parece no tener ningún problema. Tampoco tiene las rodillas torcidas, que no suelen ayudar en las carreras. Además es “fácil de montar y tiene buena personalidad” asegura el encargado de los potros en Mill Ridge, Donnie Snellings. “Es bastante duro con los demás caballos, lo que hace pensar que será competitivo en la pista”, abunda.

Dos caballos que tienen el mismo padre no son siquiera considerados hermanos. Si han sido engendrados por la misma yegua son medio hermanos. En el caso del potro, es hermano de padre y madre con Barbaro. Quizás no sea suficiente para asegurarse el éxito. Las estadísticas muestran que existen muy pocos casos de hermanos que se han convertido en estrellas. “Los libros de los récords dicen que un relámpago puede dar dos veces en el mismo sitio, aunque quizá eso no ocurre tan a menudo como uno quisiera”, bromea Andrew Caulfield, un experto en la cría de caballos. “Hay que pensarlo en términos humanos, ¿Cuántos hermanos o hermanas son el calco del otro?”, pregunta.

Quizás en el verano u otoño de 2008 tendremos la respuesta. Para entonces el potro ya tendrá nombre y empezará a correr en los hipódromos. De momento la expectativa es muy grande, aunque Barbaro ha dejado el listón muy alto.