La ONU celebra el Día de los Derechos Humanos denunciando la pobreza
El organismo recuerda que "más que un asunto económico es una privación profunda de las libertades fundamentales y un ataque a la dignidad humana"
Naciones Unidas celebra hoy el Día de los Derechos Humanos para conmemorar el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, firmada el 10 de diciembre de 1948. Este año, el organismo internacional y sus agencias concentran sus esfuerzos en denunciar una de las más graves violaciones de los derechos: la pobreza. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, recuerda que la pobreza, "más que un asunto económico es una privación profunda de las libertades fundamentales y un ataque a la dignidad humana".
La pobreza es causa y producto de las violaciones de los derechos humanos. Debido a esta dualidad, es probablemente el más grave de los problemas de derechos humanos en el mundo. Los pobres en no pueden disfrutar educación, la salud y la vivienda porque no están a su alcance, así que Arbour emplaza a gobiernos y autoridades a luchar contra estos factores, que dependen directamente de ellos. De hecho, recuerda, estos mismos gobiernos se han comprometido a ello al firmar la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, así como el Documento Final de la Cumbre 2005.
Un deber, no una aspiración
"La realización de los derechos humanos, incluida la lucha contra la pobreza, es un deber, no una mera aspiración", concluye la oficina de la Alta Comisionada. ¿Qué es la pobreza? Esta pregunta aparentemente tan sencilla tiene una respuesta compleja. Hoy en día se entiende la pobreza como algo más que la falta de ingresos. La pobreza se refiere también a la equidad, o la falta de equidad. Vivir en la pobreza significa que uno tiene más probabilidades de morir a causa de enfermedades prevenibles, de tener una tasa más alta de mortalidad infantil, de no poder acceder a una educación y de carecer de vivienda adecuada.
También significa mayor vulnerabilidad al delito y la violencia, acceso inadecuado o carencia de acceso a la justicia y los tribunales, así como la exclusión del proceso político y de la vida de la comunidad. La pobreza se refiere también al poder: quién lo ejerce y quién no, en la vida pública y a puertas cerradas. Para comprender las modalidades arraigadas de la discriminación y hacerles frente, modalidades que sentencian a los individuos, las comunidades y los pueblos a generaciones de pobreza, es esencial llegar al centro mismo de las complejas tramas de las relaciones de poder en las esferas política, económica y social.
La pobreza absoluta, medida únicamente por los ingresos, ha disminuido desde el decenio de 1980,aunque lentamente desde mediados del decenio de 1990. No obstante, la desigualdad mundial permanece a niveles extraordinariamente altos dentro de los países y entre ellos. La mayor parte de las regiones en desarrollo se están quedando atrás de los países ricos, sin ponerse a la par de ellos. Y hasta algunos de los países más ricos del mundo siguen luchando contra un pertinaz problema de pobreza, incluso extrema pobreza, debido en gran parte a modalidades de discriminación y desigualdad profundamente arraigadas.
El mensaje de Annan
Por otra parte, los vínculos entre los ingresos y el progreso social no son automáticos. Algunos de los responsables más enérgicos en lo que se refiere a la reducción de la desigualdad de los ingresos no han obtenido los mismos resultados con respecto a metas de desarrollo humano tales como la mortalidad materna y la mortalidad infantil, frecuentemente como resultado de una persistente discriminación. Ello subraya la necesidad de entender la pobreza desde una perspectiva de derechos humanos. El secretario General de la ONU, Kofi Annan, destaca que la campaña para hacer de la pobreza "una cosa del pasado" representa un "desafío moral fundamental de nuestro tiempo".
"La observancia universal de los derechos humanos puede ofrecernos una vía para alcanzar ese fin", señala. Los derechos fundamentales -a una vida digna, a disponer de alimentos y atención médica, oportunidades educativas o trabajo decente y el derecho a no sufrir ningún tipo de discriminación- "describen exactamente lo que más precisa la población más pobre del mundo". Así, "los derechos humanos se ven amenazados cuandoquiera y dondequiera un hombre, una mujer o un niño subsisten en la pobreza extrema", añade Annan en un comunicado con motivo de esta celebración. Para Annan, "debemos responder al llamamiento de luchar contra la pobreza, no como una obra de caridad, sino porque es nuestra obligación" en la defensa de los Derechos Humanos.
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