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Bush emite su primer veto presidencial y rechaza financiar investigaciones con células embrionarias

Posteriormente, la Cámara de Representantes ha fracasado en su intento de desutorizar el veto

Cristián Werb / Rafa Höhr

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha emitido hoy su primer veto al rechazar una ley que amplía los fondos públicos para las investigaciones con células madre embrionarias. El mandatario estadounidense ha argumentado que la ley permite el sacrificio de embriones con la esperanza de lograr beneficios médicos, y ha defendido el uso de células madre adultas.

Según fuentes demócratas del Senado, Bush ha promulgado 1.116 leyes, y éste es su primer veto presidencial desde que asumió el poder en 2001. A la decisión presidencial ha seguido horas después una votación en la Cámara de Representantes en la que los legisladores han fracasado en sus esfuerzos por desautorizar el veto. El resultado ha sido de 235 votos a favor de rechazar el veto y 193 en contra, 50 sufragios menos de los dos tercios que se necesitaban para devolver el proyecto al Senado.

Según el presidente de EE UU, "este proyecto de ley apoyaría la destrucción de la vida humana con la esperanza de hallar beneficios médicos para otros. Pero cruza el límite moral que nuestra sociedad debe respetar, y por eso la veté". Bush ha hecho esas declaraciones durante una ceremonia en la Casa Blanca en la que ha estado acompañado de 18 familias que "adoptaron" embriones descartados por parejas que se habían sometido a tratamientos de fertilidad y ahora son niños sanos. En la ceremonia también han participado pacientes que se han beneficiado con tratamientos con células madre adultas.

La ley había sido aprobada el martes en el Senado con 63 votos a favor y 37 en contra, y por la Cámara de Representantes en mayo de 2005 con 238 a favor y 194 en contra. El reto ahora de quienes apoyan la propuesta en el Congreso es intentar reunir los votos para revertir el veto presidencial.

El proyecto, que contó con el apoyo incluso de republicanos conservadores, amplía la financiación federal de investigaciones con células madre derivadas del excedente de embriones creados in vitro en clínicas de fertilidad. En este momento, los fondos federales se permiten sólo en las líneas de investigación que estaban en marcha antes del 9 de agosto de 2001, cuando Bush impuso las restricciones.

Al emitir su veto, Bush ha defendido el derecho a la vida y ha enfatizado que la ley es un error porque "por primera vez en nuestra historia obligaría a los estadounidenses a financiar la destrucción deliberada de embriones humanos, y eso no lo voy a permitir".

Minutos después de anunciarse el veto, la oposición demócrata ha criticado la decisión de Bush, por considerarla un revés para la búsqueda de curas y tratamientos para decenas de enfermedades crónicas o incurables.

George W. Bush en el acto en la Casa Blanca en el que se ha hablado de células madre.
George W. Bush en el acto en la Casa Blanca en el que se ha hablado de células madre.AP

El poder de veto del presidente de EE UU

El poder de veto representa, como ningún otro, la relevancia del Ejecutivo en Estados Unidos y, con la excepción de Thomas Jefferson (1801-1809) y James Garfield (1881), todos los presidentes estadounidenses han hecho uso del privilegio.

El actual presidente, George W. Bush, iba camino de seguir los pasos de Jefferson y Garfield, al no haber vetado ninguna ley desde su llegada al poder en enero de 2001. Pero Bush, el hombre al que la politóloga Kathryn Dunn Tenpas, de la Universidad de Pensilvania, bautizó como el "presidente libre de veto", ha alterado hoy su trayectoria, al oponerse a una ley que busca aumentar los fondos públicos para la investigación con células madre.

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