La autopsia desmiente que un hombre falleciera en Madrid en abril por el mal de 'las vacas locas'
El informe médico establece que Javier Monge murió por la versión clásica de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
Javier Monge, 33 años, falleció el pasado 27 de abril en Madrid. Su familia aseguró entonces que había sido víctima de la nueva variante humana de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Sin embargo, la autopsia realizada por la Fundación Hospital Alcorcón ha establecido que fue la versión clásica de la enfermedad y no el conocido como mal de las vacas locas la que terminó con su vida.
"Los resultados de la autopsia han dado negativo", han indicado fuentes de la Dirección de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. La familia había conseguido que el juez de guardia les diera permiso para conservar congelada una muestra de tejido para investigar si Monge había muerto por el mal de las vacas locas. El hombre llevaba cinco años postrado y atendido sólo por su familia; no había recibido ayuda oficial alguna, pero podría haber pedido una indemnización a Reino Unido en caso de confirmarse sus sospechas.
Monge vivió en ese país entre 1995 y 1996, junto cuando se estaba incubando la enfermedad en humanos (por el consumo de carne infectada) que luego causaría 200 muertes. En eso basaba la familia sus sospechas. En eso y en un informe médico de 200 en la que, anotado a mano, constaba: "La muestra originada por biopsia amigdalar es positiva para vCJD". El centro en el que se realizó es prueba la consideró luego inválida por defectos técnicos.
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en su variante clásica aparece por causas desconocidas. Desde 1993 se han diagnosticado 593 casos. En España sólo se ha producido una muerte por el mal de las vacas locas: una mujer que falleció en julio de 2005 en Alcorcón (Madrid).
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