"Cambio hermana por futura esposa"
La escasez de mujeres en la India ha transformado las costumbres sociales que rigen los matrimonios concertados, dando lugar a las llamadas 'dobles parejas'
La escasez de mujeres en la India, provocada por décadas de desequilibrio de género y abortos selectivos, ha comenzado a afectar las tendencias matrimoniales de ciertas regiones del norte del país, como el estado desértico del Rajastán. Allí, los padres de las jóvenes casaderas empiezan a negarse a dar a sus hijas en matrimonio, si no es a un hombre cuya familia tenga también una hija a la que poder casar con algún hermano soltero de la futura novia.
Según el diario Sunday Express, este es el nuevo precio del casamiento en varias zonas del estado: una boda a cambio de otra. En un país en el que la inmensa mayoría de los matrimonios son concertados y negociados -y en el que no se concibe una vida en soltería o sin hijos-, la escasez de mujeres se plantea como un problema difícil de resolver.
La preferencia por los niños varones y el llamado "feticidio femenino" (aborto selectivo de fetos hembra) ha provocado que en la India haya 32 millones de mujeres menos que de hombres, lo que significa que hay una cantidad equivalente de hombres que están solos, muchas veces no por elección propia, ya que el matrimonio es una institución casi obligada en la India.
Dobles parejas
Según el último censo, en la India hay sólo 933 mujeres por cada 1.000 varones, una proporción que desciende hasta 927 entre las niñas menores de seis años y que en algunas regiones del país, como el pequeño territorio de Daman y Diu, alcanza cifras alarmantes, ya que sólo se registran 710 mujeres por cada millar de hombres.
El sistema de intercambio de novias, conocido como Aata-Saata o dobles parejas, se ha convertido así en una práctica común en la zona rajastaní de Shekhawati, que incluye los distritos de Jhunjhunu, Churu y Sikar.
"Cerca del 30% de las bodas del año pasado en pueblos de esta zona se celebraron por este sistema de intercambios", afirma en el diario el diputado regional Rajenda Rathore. La proporción de mujeres por cada 1.000 hombres en el estado de Rajastán es de 922, pero en algunos pequeños pueblos éste apenas alcanza las 500, convirtiendo la búsqueda de esposa en una odisea para las familias.
La dote, cosa del novio
La tradición nacional por la cual la familia de la novia debe asumir el pago de una dote para lograr casarla ha dado un vuelco de 180 grados, debido a la escasez de esposas. Ahora es la familia de la joven quien tiene el poder para negociar y dictar los términos del acuerdo matrimonial. "Ahora no hay niñas. Si hay alguna en una casa, el padre es como un rey. Puede pedir lo que quiera", afirma Prahlad Singh Gill, residente del pueblo de Bhorki.
La dote ha pasado a la historia en esta región y, frente a los usos que rigen en el resto del país, es ahora la familia del agradecido novio la que debe costear todos los gastos de la boda, un colorido evento cuyas celebraciones se prolongan generalmente a lo largo de toda una semana.
Pese a todo, el cambio no ha impedido que el matrimonio siga rigiéndose por estrictas negociaciones ni ha dado paso a casamientos por amor. Simplemente, ha alterado las cargas y ha ido introduciendo novedosas normas: actualmente, en la zona de Shekhawati, una joven hermosa y con educación puede intercambiarse hasta por dos muchachas casaderas analfabetas.
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