El Vaticano y el movimiento rebelde de Lefebrve acercan posturas para poner fin al cisma
La sociedad fundada por el arzobispo excomulgado se opone al Concilio Vaticano II y apuesta por un conservadurismo a ultranza
El Papa Benedicto XVI y el líder del movimiento ultraconsevador Fraternidad de San Pío X, fundado por el arzobispo rebelde francés Marcel Lefebrve, han expresado hoy su deseo de trabajar juntos para terminar con los 17 años de cisma en la Iglesia Católica y llegar a una "perfecta comunión", durante un histórico encuentro en la residencia de verano del pontífice.
La Iglesia Católica excomulgó a Lefebrve en 1988 después de que éste ordenara a cuatro sacerdotes sin el permiso de Roma. La ultraconservadora fraternidad de los "lefebvrianos", fundada en 1968, se opone a las reformas emprendidas por Roma a raíz del Concilio Vaticano II (1962-1965) y asegura contar con 200.000 fieles, la mitad de ellos en Francia.
"El encuentro se celebró en un clima de amor a la Iglesia y de deseo de llegar a una perfecta comunión", ha dicho el portavoz vaticano Joaquín Navarro Valls al término de la reunión entre Benedicto XVI y monseñor Bernard Fellay. Navarro Valls ha añadido que en el encuentro, "si bien con la conciencia de las dificultades, se ha manifestado la voluntad de proceder paso a paso y en un plazo razonable" para poner fin al cisma.
A la audiencia entre el Papa y monseñor Fellay ha acudido también el cardenal Darío Castrillón Hoyos, quien ya hace dos años ofició una misa tridentina -rito preconciliar de San Pío V- en la basílica romana de Santa María la Mayor en un gesto de distensión contemplado como una apertura del Vaticano hacia los "lefebvrianos".
"Abierto al conservadurismo"
Desde hace varios años, parte de la fraternidad formada por los seguidores del excomulgado monseñor Lefebvre busca un diálogo con la Santa Sede y, tras la elección de Benedicto XVI, saludada positivamente por los lefebvrianos, está intentando un nuevo acercamiento. Algunos de los componentes del movimiento se oponen, sin embargo, a cualquier tipo de acuerdo con la Iglesia. Los partidarios del diálogo esperan que el Papa les conceda dos peticiones: que se retire la excomunión a sus altos representantes y que se pueda celebrar la misa de San Pío V en latín sin necesidad de pedir permiso por escrito a las autoridades eclesiales.
El encuentro de hoy fue solicitado por el propio Fellay, que la semana pasada anunció en el Santuario de Fátima su entrevista con Benedicto XVI y afirmó que podría servir como un primer contacto para superar las diferencias. El superior general de los seguidores de Lefebvre mostró entonces su esperanza de que el Pontífice fuera "más abierto al conservadurismo".
La Fraternidad Sacerdotal San Pío X fue fundada en 1968 por el cismático arzobispo Marcel Lefebvre, muy crítico con el ecumenismo y las relaciones con otras religiones. Lefebvre llegó a decir que el Vaticano estaba ocupado por anticristos.
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