Una asociación gay de Bilbao presenta una querella contra Aquilino Polaino por injurias
El psicopatólogo dijo en el Senado que ser gay es una enfermedad que se puede tratar con "terapia reparativa"
La concejal de Ezker Batua Julia Madrazo y el presidente de la asociación gay Hegoak, Txema Gonzalo, han presentado esta mañana una querella por injurias contra el psicopatólogo Aquilino Polaino por haber dicho el Senado que la homosexualidad es una enfermedad asociada a otros trastornos que sufren personas con un padre "hostil, violento o alcohólico" y una madre "emocionalmente vacía".
La denuncia ha sido interpuesta ante el Juzgado de Guardia de la Audiencia de Vizcaya y pide el procesamiento por un delito de injurias por decir que la homosexualidad es una enfermedad que se puede tratar con "terapia reparativa". Este psicopatólogo, que dirige el departamento de Psicología en la universidad San Pablo-CEU, de la Asociación Católica de Propagandistas, había sido citado en la comisión de Justicia de la Cámara Alta por el Partido Popular para participar como experto en el debate sobre la conveniencia de la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Para los demandantes, estos comentarios no caben en el derecho a la libertad de expresión.
"Aunque se haya desclasificado [como enfermedad] no quiere decir que no haya trastornos", afirmó Polaino. "He gastado 20.000 horas con personas de conducta homosexual en función de una actitud humanitaria", dijo. Además, aseguró que los gays tienen "un padre hostil, violento, alcohólico o distante; una madre sobreprotectora -más con los niños que con las niñas-, fría, necesitada de afecto; emocionalmente vacía para sus hijas lesbianas". El resultado son niños que "rehúsan los juegos violentos, con ausencia de identificación con sus iguales, ausencia de destrezas motoras para los deportes violentos e incapacidad de defenderse", afirmó.
"Fobia social"
También relató que los homosexuales sufren "fobia social" y "un 30% ha sufrido abusos sexuales". Además, dijo haber detectado la coexistencia con enfermedades como "depresión grave, trastorno obsesivo compulsivo, suicidio, crisis de ansiedad, elevado consumo de drogas, trastornos de conducta, esquizofrenia y narcisismo patológico". Esta suma de factores tiene su efecto en sus relaciones: "Mayor promiscuidad, inestabilidad y sentimientos crónicos de no ser masculinos", afirmó.
El PP se desmarcó por boca de varios líderes de las opiniones de Polaino pese a haberle citado en el Senado y a que su portavoz en la comisión, Agustín Conde, calificó la intervención de "magnífica", aunque más tarde aseguró haberlo dicho por "cortesía".
Ayer mismo, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, criticó en una cena con parlamentarios del PP, el "linchamiento" al que, en su opinión, se ha sometido Polaino. Algunos de los miembros del PP tomaron la palabra para ahondar en la tesis de que la intervención del catedrático había sido manipulada y sacada de contexto, y denunciaron que la polémica sólo busca "estigmatizarle" y condenarle por situarse fuera de lo políticamente correcto.
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