La Iglesia, contra el matrimonio gay porque "es un desafío único en la historia de la humanidad"

La jerarquía de la Iglesia católica ha explicado hoy sus razones para ponerse a la cabeza de la manifestación que el próximo sábado recorrerá Madrid contra el Gobierno socialista por su proyecto de ley para impulsar el matrimonio entre personas del mismo sexo (en la actualidad, en trámite parlamentario). "Estamos ante una reforma del Código Civil en una situación única en la historia de la humanidad. La Iglesia Católica en sus 2.000 años de existencia nunca se ha encontrado con nada parecido", ha explicado hoy el secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino. En su opinión, el apoyo de la Iglesia a la marcha es "excepcional", aunque ya se produjo tras los atentados del 11 de marzo de 2003 en Madrid o durante el secuestro por parte de la organización terrorista ETA del edil del Partido Popular en Ermua Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997.

No ha explicado eso sí si en estas ocasiones salieron a la calle a manifestarse cardenales, obispos y otros jerarcas de la Iglesia, que no sólo han llamado a sus fieles a acompañarles sino que además incluso han fletado autobuses para facilitarles el traslado hasta Madrid. Esta ofensiva sin precedentes contra la reforma impulsada por el Gobierno socialista ha dividido al catolicismo español: el sábado estarán en la calle el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco, y una veintena de prelados, pero faltarán otros casi igual de importantes. Hoy, los obispos de Cataluña han anunciado que no irán a la marcha porque tienen, según han dicho, compromisos previos.

El obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera, ha ido más allá al expresar su preocupación por las consecuencias que pueda tener el apoyo eclesiástico a la manifestación: "Es preocupante que se configuren dos polos y que la Iglesia católica quede incluida en uno de estos dos polos porque esto es lo más anti-cristiano que puede hacerse, en el sentido de que corta la posibilidad de que media España se mire con paz espiritual o con curiosidad intelectual el cristianismo, porque ya queda marcado como una línea política".

Parece poco probable en cualquier caso que el obispo de Bilbao y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, acuda a una protesta que rompe la tradición de la jerarquía católica de no montar manifestaciones contra el Gobierno y no participar en las organizadas por otras asociaciones. La del sábado está convocada por el Foro de la Familia, y cuenta con el apoyo expreso del Partido Popular, que ha pedido a sus militantes y simpatizantes que acudan a ella.

Juan Antonio Martínez Camino es "optimista" sobre el éxito de la convocatoria, que espera "muy concurrida" aunque admite no tener "datos fehacientes suficientemente amplios para manifestar un juicio seguro". En declaraciones a la emisora de radio Cope (controlada por la Conferencia Episcolal), recogidas por la agencia Europa Press, Camino ha advertido que "la efectividad inmediata" de la protesta "no va a ser mucha". "Soy menos optimista porque no hay voluntad" por parte del Gobierno, ha explicado; sin embargo, la Iglesia está dispuesta a luchar "con todos los medios democráticos" "para que esta legislación injusta no prospere, y si prospera para que pueda ser revisada en su momento".

"La efectividad inmediata no va a ser mucha, pero mediata lo va a ser porque es un precedente, una muestra, un testimonio de la disconformidad de la sociedad con una legislación sectaria, en contra del bien común y en contra de la inmensa mayoría de los ciudadanos, en contra de todos, no a favor de unos pocos. Ent odo caso, tenemos que hacer lo que tenemos que hacer independientemente de su efectividad inmediata y, en este momento, ante una coyuntura, ante un desafío histórico, tenemos que asegurarnos que las generaciones futuras no nos puedan reprochar que no hemos hecho lo que teníamos que hacer", ha concluido.