La baja participación hace fracasar el referéndum sobre la ley de reproducción asistida en Italia
Un 25,9% de electores ha acudido a las urnas, muy lejos del 50% necesario para que la consulta fuera válida
La consulta convocada en Italia para reformar la Ley de Reproducción Asistida no ha alcanzado el quórum del 50% de participación necesario para dar validez a la consulta, según ha anunciado el ministro del Interior en base a los primeros resultados parciales, que sitúan la afluencia a las urnas en un porcentaje del 25,9%. El Vaticano y los partidos católicos habían hecho una intensa campaña a favor de la abstención.
Con bastante poco entusiasmo, los italianos han acudido durante los dos últimos días a las urnas -la consulta ha finalizado a las 15.00 horas de hoy- convocados a un referéndum sobre los límites de la ley de fertilidad asistida e investigación con embriones humanos, después de una semana marcada por una intensa campaña que han realizado los obispos contra dicha legislación porque infringe la libertad reproductiva.
Los analistas daban por hecho el fracaso de la consulta y sus proyecciones no superaban en ningún caso el 35% de participación, muy lejos del 50% necesario para que el voto tuviera valor. A falta de los datos definitivos, la participación ha alcanzado en la primera jornada el 18% en 107 de las 110 provincias italianas, según datos del Ministerio del Interior antes de que cerrasen las urnas, a las diez de la noche.
¿Qué se votaba?
La consulta, que ha estado precedida de un intenso debate en Italia, pretendía derogar los cuatro puntos más controvertidos de la ley de fecundación asistida aprobada por el Parlamento y considerada la más restrictiva de Europa. Entre ellos, estaban la prohibición de la investigación con células madre y congelación de embriones, el veto al uso de semen y óvulos ajenos a la pareja, el acceso a la fecundación asistida sólo a parejas estériles y la equiparación de los derechos del embrión con los de la persona nacida.
Ayer domingo acudieron a votar todos los líderes políticos, la mayoría de izquierdas, que anunciaron su propósito de ir a las urnas y no abstenerse como sí hizo la mayoría de la clase política del centro-derecha. Entre los que han votado y han expresado su deseo de que los ciudadanos hicieran uso de este derecho constitucional, se encuentran el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi y el líder del centro-izquierda, Romano Prodi, aunque no han revelado el sentido de sus votos. El primer ministro, Silvio Berlusconi, optó por abstenerse. No así su mujer Verónica, que se acercó ayer a las urnas.
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