La madre de Jokin dice que su hijo le confesó que sus agresores eran los ocho alumnos imputados
Una menor asegura que uno de los agresores de Jokin le informó del acoso al que le sometían en mensajes al móvil
La madre de Jokin, el joven de 14 años que se suicidó en Hondarribia (Guipúzcoa) por el presunto acoso al que le sometían algunos de sus compañeros de instituto, ha declarado hoy en calidad de testigo ante el Juzgado de Menores de San Sebastián que dirige el proceso contra ocho menores, siete chicos y una chica. La madre del adolescente ha dicho que el día antes de que su hijo se quitara la vida éste le confesó el nombre de tres de los chicos que le habían agredido. Luego, a preguntas de la madre, el adolescente confirmó la identidad de los otros cinco implicados en las palizas, cuyos nombres conocía ya la madre porque "le había llegado esa información dentro el centro". La mujer también observó que su hijo tenía "hematomas" en todo el cuerpo, según han informado fuentes de la acusación particular.
En la segunda y última jornada del juicio, que se celebra a puerta cerrada, también ha prestado declaración como testigo protegido una compañera de instituto de Jokin, quien ha explicado que uno de los menores imputados le envió mensajes "reconociendo que había habido agresiones" contra Jokin, e incluso admitió que "él mismo era uno de los agresores", además de "citar a tres o cuatro nombres más de los propios imputados".
"Un entorno familiar normal"
Hoy también se ha conocido el informe presentado por una psicóloga del juzgado en el que se recomienda que, de mediar condena, ésta sea de "libertad vigilada" para los ocho imputados. La psicóloga ha explicado que los acusados pertenecen a "familias estructuradas y con un entorno familiar normal". Esta conclusión le ha valido al abogado de la acusación particular para remarcar en sus conclusiones "el plus de responsabilidad" de los implicados que hace "más inexplicaba su actuación", porque si fueran "unos niños inadaptados, criados en familias problemáticas, dentro de todo podría ser más justificable entre comillas una actuación de ese tipo".
La acusación particular atribuye a los encausados delitos de inducción al suicidio, maltrato habitual y lesiones psicológicas, así como una falta de lesiones. Así, pide que cada uno de los menores sea condenado a penas que suman cuatro años y cinco meses de internamiento. Además, solicita que cumplan 20 días de trabajos comunitarios.
El fiscal, por su parte, ha acusado a los jóvenes de un delito contra la integridad moral y de una falta de lesiones. Para cuatro de ellos ha pedido 15 meses de libertad vigilada y 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad.
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