Las muestras de un virus de la gripe enviadas a Líbano y Corea del Sur están desaparecidas
La OMS pidió a 3.700 laboratorios de 17 países que destruyeran este peligroso virus de la gripe asiática
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado hoy de que las muestras del mortífero virus de la gripe H2N2 enviadas a laboratorios especializados del Líbano y Corea del Sur continúan desaparecidas, mientras que las enviadas a México ya han sido localizadas. La OMS pidió el pasado día 13 a 3.747 laboratorios de 17 países que destruyeran las cepas de este virus, que entre 1957 y 1958 mató a entre uno y cuatro millones de personas.
Las muestras de este peligroso virus que fueron despachadas por un centro de investigación de Estados Unidos, el Instituto de Patología, a un total de 3.747 laboratorios, de los cuales 61 se encuentran en otros 17 países, "están siendo destruidas", ha explicado el coordinador del Programa contra la Gripe de la OMS, Klaus Stohr. Stohr ha precisado que en EE UU el 98% de las muestras ya han sido eliminadas, pero ha expresado su inquietud porque aún se desconoce el paradero de las que fueron enviadas a una universidad libanesa y a tres laboratorios surcoreanos.
El pasado 13 de abril, la OMS pidió ayer la destrucción inmediata de las muestras a 17 países, entre ellos Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Japón, Brasil o México. España no está entre los países afectados. El Instituto de Patología estadounidense hace regularmente este tipo de envíos para pruebas científicas sobre la gripe, pero en esta ocasión las muestras fueron del virus H2N2, que en 1957 y 1958 causó la epidemia llamada de la gripe asiática, que mató a entre uno y cuatro millones de personas.
Ninguna persona nacida después de 1968, cuando la epidemia fue vencida, está inmunizada contra el virus. El H2N2 no forma parte de las vacunas contra la gripe actualmente en servicio. "El virus es transmisible y podría causar una epidemia mundial: fue una decisión poco acertada enviarlo", admitió Storh, que aseguró que por el momento no se ha detectado ningún caso de contagio entre los trabajadores de los diversos laboratorios. No obstante, la organización ha pedido a las empresas "medidas de bioseguridad adecuadas" y reiterado la necesidad de trabajar en recintos convenientemente aislados y en la recomendación de que el personal vista equipos de protección.
Respecto a posibles contagios, Storh admitió que "existe un riesgo, podría decirse que es bajo y que no hay que asustarse: los riesgos para la población general son bajos". Sin embargo, Stohr añadió una inquetante frase: "Si el virus llegase a infectar a una sola persona, se expandiría rápidamente". El Instituto de Patología de EE UU envió el virus en octubre y luego en febrero. El pasado 26 de marzo la Agencia de Salud Pública de Canadá comunicó a la OMS que un laboratorio del país había identificado el virus. La empresa canadiense puso en marcha una batería de medidas de protección y vigilancia, y la investigación de la OMS condujo hasta la pista del Colegio de Patólogos de EE UU. A petición del Gobierno federal, esa entidad pidió a todos los laboratorios incluidos en su programa de pruebas que destruyeran las muestras que contenían el H2N2.
Aunque Stohr tildó la decisión de enviar las muestras de "imprudente" y "desafortunada", los expertos aseguran que el instituto no transgredió las normas con el envío, ya que el virus H2N2 está catalogado al parecer de forma errónea en el nivel 2, que no significa una alta peligrosidad. Como trasfondo del error, está la preocupación de Estados Unidos de que estas cepas sean utilizadas en un ataque bioterrorista, aunque los científicos aseguran que este temor no tiene base, ya que los laboratorios cuentan con suficientes medios para combatir la expansión del virus.
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